Bill Viola: retrospectiva.
• Fechas: del 30 de junio al 9 de noviembre, 2017
• Comisaria: Lucía Agirre
• Patrocinada por Iberdrola
– Ya en sus tempranas cintas monocanal, Bill Viola aborda cuestiones tan importantes en su obra como la noción del tiempo, el significado de nuestra existencia y nuestro lugar en el mundo.
– Con la llegada del nuevo milenio y las tecnologías de alta definición, Viola pudo crear instalaciones monumentales como Avanzando cada día, en la que cinco grandes proyecciones murales que comparten un mismo espacio invitan al espectador a adentrarse en la luz, y reflexionar sobre su vida y la existencia humana.
– Durante la última década Bill Viola ha seguido meditando en torno a los procesos de transformación en la vida, el ciclo nacimiento-muerte-renacimiento y el espacio entre estos momentos, como puede apreciarse en su instalación de siete canales Los soñadores (The Dreamers , 2013).
El Museo Guggenheim Bilbao presenta Bill Viola: retrospectiva, un recorrido temático y cronológico por la trayectoria de uno de los artistas más importantes de nuestro tiempo y pionero en el desarrollo del videoarte. Esta ambiciosa exposición, que aporta una completa visión del trabajo de Viola y de la evolución del arte audiovisual como forma artística, está organizada por el Museo Guggenheim Bilbao y cuenta con el patrocinio de Iberdrola.
Bill Viola (Nueva York, 1951) comenzó a experimentar con el videoarte a principios de la década de 1970, a raíz de su participación en el programa de Estudios Experimentales de la Universidad de Siracusa (Nueva York), dirigido por su profesor, Jack Nelson. En Siracura conoció a David Ross (curator de videoarte) y trabajó como asistente de figuras tan icónicas del Media Art como los artistas Peter Campus y Nam June Paik en el Everson Museum of Art.
Interesado en el misticismo, la poesía y las filosofías, tanto de oriente como de occidente, Viola empleó las posibilidades técnicas del vídeo como herramienta en su constante indagación acerca de la condición humana, el nacimiento y la muerte, o los procesos de cambio, renacimiento y transfiguración, temas destacados en su obra. La exposición Bill Viola: retrospectiva se remonta a sus primeras experiencias con el vídeo e incluye tempranas cintas monocanal como Cuatro canciones (Four Songs , 1976) y El estanque reflejante (The Reflecting Pool, 1977–79) en las que su contenido poético aborda ya cuestiones tan importantes como la noción del tiempo y su deconstrucción, el significado de nuestra existencia y lugar en el mundo.
En las obras de la década de 1980, cuando Kira Perov (su esposa y colaboradora desde entonces) comienza a trabajar con el artista, se centra en reunir imágenes que se emplearán en piezas para ser transmitidas por televisión. Emplea la cámara y objetivos especiales para capturar el paisaje y grabar imágenes de lo que normalmente se encuentra más allá de nuestra percepción. Esta etapa también sirve de transición hacia las instalaciones de los 1990, que ocupan salas enteras y sumergen al observador en la imagen y el sonido. También comienza a añadir elementos físicos a sus trabajos. El interés constante de Viola por los temas espirituales se evidencia en objetos escultóricos como Cielo y Tierra (Heaven and Earth, 1992) y en grandes instalaciones, como Una historia que gira lentamente (Slowly Turning Narrative, 1992).
Con la llegada del nuevo milenio y las pantallas planas de gran definición, Viola comienza a producir piezas de pequeño y mediano formato en una serie que tituló Las Pasiones , un estudio en torno a las emociones a cámara lenta, como Rendición (Surrender ), o que muestran el paso del tiempo y de las generaciones, como La habitación de Catalina (Catherine’s Room) y Cuatro manos (Four Hands ), todas de 2001. A estas obras íntimas le siguen instalaciones monumentales como Avanzando cada día (Going Forth By Day , 2002), en la que cinco grandes proyecciones murales que comparten un espacio común invitan a los espectadores a indagar en sus vidas y en la existencia humana.
Durante la última década y empleando diversos medios y formatos, Viola ha seguido mostrando lo fundamental de la experiencia de la vida, algo que ilustra, de manera elocuente, su empleo del agua en obras como Los inocentes (The Innocents , 2007), Tres mujeres (Three Women, 2008) y Los soñadores (The Dreamers , 2013), y su recorrido por el ciclo de la vida que se inicia en la exposición con Cielo y Tierra (Heaven and Earth, 1992) y concluye con un renacimiento en la obra Nacimiento invertido (Inverted Birth, 2014).
RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN.
Galería 204
En esta sala podemos ver la obra Cuatro canciones (1976), “una colección de cuatro historias musicales en forma de alegoría. Imágenes y sonido se reúnen en ritmos audiovisuales basados en la dinámica psicológica/emocional de la interacción del individuo con el entorno”. Algunas de las características de la obra del artista pueden verse ya en estas obras tempranas en las que usa la repetición, el movimiento lento y largas disoluciones. Levitación en la chatarrería (Junkyard Levitation) es un juego visual de “la mente sobre la materia”, mientras que Canciones de inocencia (Songs of Innocence), titulada así por los poemas de William Blake, evoca una relación visual entre la memoria, el ocaso y la muerte.
El espacio entre los dientes (The Space Between the Teeth) es una exploración en torno a cómo la singular técnica de montaje de Viola puede generar tensión, interrumpiendo constantemente la imagen y el sonido, mientras que en La verdad a través de la individuación de la masa (Truth through Mass Individuation), cuyo título alude al escrito de Carl Jung sobre el individuo y la masa, el propio artista realiza acciones inesperadas —y en algunos casos agresivas—contra el entorno, que transcurren lentamente hasta detenerse, para desencadenar una reflexión sobre ese instante en el que una pequeña acción lo cambia todo.
Galería 205
En este espacio pueden contemplarse tres obras en las que, con mecanismos muy diversos, Bill Viola lleva al espectador a enfrentarse a sus percepciones y a su propia existencia. En su obra temprana El estanque reflejante (1977−79), el artista genera una tensión entre el movimiento detenido y el movimiento continuo, un contraste entre fotografía y película, “describe el surgir del individuo en el mundo natural, un bautismo para un mundo de imágenes virtuales y percepciones indirectas”.
En Una historia que gira lentamente (1992) una pantalla giratoria con una superficie reflejante en un lado y una pantalla de proyección en el otro, nos sitúa en el centro de la escena mientras dos proyecciones muestran, por un lado, un primer plano del rostro de un hombre mientras se le escucha repitiendo cánticos, mientras el lado espejado muestra las imágenes proyectadas y nuestro propio reflejo. “Todo el espacio se transforma en un interior dispuesto para las revelaciones de una mente absorta en sí misma que gira sin tregua”. Cielo y Tierra (1992) ahonda en el ciclo de la vida y en la indivisibilidad del nacimiento y la muerte. Consistente un objeto escultórico formado por un pilar madera y dos pequeños monitores sin carcasa enfrentados, que muestran imágenes reflejadas en la superficie del otro monitor, en Cielo y Tierra se ve a la madre del artista en su última semana de vida y su hijo pocos días después de su nacimiento. En esta pieza, “la vida y la muerte se reflejan y se contienen la una en la otra”.
Galería 206
Un paisaje desértico de condiciones extremas constituye el escenario de una de las obras exhibidas en esta sala. En Chott el-Djerid (1979) Viola trabaja con lentes de teleobjetivo adaptadas al vídeo para superar los límites de nuestra visión y registrar los espejismos que el calor genera en el paisaje, atribuidos habitualmente a ilusiones que crea nuestro propio cerebro. La presencia humana es esencial en las obras de la serie Espejismo (Mirage), de las que forman parte Caminando por el filo (Walking on the Edge), Vidas (Lifespans ) y Encuentro (The Encounter ), todas de 2012, grabadas en alta definición, donde los sutiles cambios del color y la luz del desierto sirven como telón de fondo de una escena deslumbrante donde observamos cómo se forjan o se desgarran las relaciones entre los personajes en sus lentos y largos viajes a través de este imponente paisaje alucinatorio.
En Velos (The Veiling, 1995), una obra que formó parte de la exposición Buried Secrets exhibida en el pabellón estadounidense de la 46ª Bienal de Venecia, nueve capas de fina tela cuelgan paralelas desde el techo mostrando las imágenes de un hombre y una mujer en varios paisajes nocturnos.
Proyectadas desde lados opuestos, “las imágenes […] jamás coexisten en la misma secuencia de vídeo. Es solo la luz de sus imágenes lo que se entremezcla en los velos suspendidos”. El artista parece haber convertido las veladuras pintadas por los grandes maestros del Renacimiento en objetos de movimiento, luz y vida.
Galería 207
Con la llegada del nuevo milenio y el desarrollo de la pantalla plana, Viola comienza a producir piezas de pequeño y mediano formato en una serie que tituló Las Pasiones , pudiendo apreciarse el detalle de la tecnología de alta definición en obras como La habitación de Catalina (Catherine’s Room), Cuatro manos (Four Hands ) o Rendición (Surrender ), todas de 2001. La habitación de Catalina se inspira en la predela en cinco partes que el pintor sienés del siglo XV Andrea di Bartolo Cini dedica a la figura de Santa Catalina de Siena en oración. En su obra, Viola presenta en cinco paneles las rutinas cotidianas de una mujer en distintos momentos del día, mientras vemos las diferentes estaciones discurrir a través de la ventana de cada habitación y “la escena que registra una jornada se transforma en la visión más amplia de una vida unida a los ciclos de la naturaleza”.
En Cuatro manos , “los patrones simbólicos de los movimientos de las manos pertenecientes a tres generaciones hijo, padres y abuela— describen una línea temporal que engloba tanto las acciones paralelas de los individuos en el momento presente como los movimientos más amplios correspondientes a las diferentes etapas de la vida”. Dispuestas sobre una repisa de madera y en un claroscuro muy acentuado, las pantallas de Cuatro manos se asemejan a estudios anatómicos del Renacimiento. En Rendición, la disposición vertical de las dos pantallas crea una fusión de las imágenes que sugieren el reflejo en un espejo de un hombre y una mujer. Sin embargo, su postración revela la presencia de agua y “sus formas visuales se desintegran para componer patrones abstractos de luz y color puros”.
Las imágenes de Vigilia nocturna (Night Vigil, 2005/2009) proceden de una producción de la ópera de Richard Wagner Tristán e Isolda de 2004–05. En este díptico retroproyectado, un hombre y una mujer, separados por la oscuridad de la noche, se dirigen el uno hacia el otro siguiendo la luz que ilumina su deseo.
Otra de las obras que se presentó en la muestra Buried Secrets de la Bienal de Venecia de 1995 fue El saludo (The Greeting). En ella, el artista trabajó por primera vez en un plató construido a tal efecto, y contrató a actores y equipo técnico profesionales para crear una escena inspirada en el cuadro manierista de Pontormo La Visitación (1528–29). Como en las pinturas, Viola adopta el formato vertical y emplea una cámara superlenta para mostrar los detalles del lenguaje corporal de las tres mujeres, sus emociones y los sutiles movimientos de sus ropas propiciados por el viento, en una escena que contiene tenues cambios lumínicos.
Galería 209
Las dos obras presentes en esta sala, La ascensión de Tristán (El sonido de la montaña bajo una cascada) [Tristan’s Ascension (The Sound of a Mountain under a Waterfall)] y Mujer fuego (Fire Woman), ambas de 2005, fueron creadas originalmente para acompañar una espectacular producción de la ópera de Wagner Tristán e Isolda . Estas escenas fueron editadas posteriormente por el artista, que también les añadió sonido, para que tuvieran entidad como piezas autónomas.
Mujer fuego “ es una imagen proveniente del ojo de la mente de un hombre moribundo. En una gran pantalla, una silueta femenina se halla ante una gigantesca pared de llamas; a medida que avanza, abre sus brazos en cruz y se deja caer sobre su propio reflejo… la superficie reflejante se hace añicos y se convierte en su forma esencial, unas suaves ondulaciones de luz pura”. La ascensión de Tristán, por su parte, “describe la ascensión del alma hacia el espacio tras la muerte”. Un cuerpo masculino yace sobre una losa de piedra, mientras unas pequeñas gotas se van haciendo visibles hasta transformarse en un atronador diluvio de una cascada invertida que alza el cuerpo el hombre hasta hacerlo desaparecer.
Galería 203
Compuesta por nueve pantallas dispuestas en tres filas horizontales, Capilla de las acciones frustradas y los gestos fútiles (The Chapel of Frustrated Actions and Futile Gestures , 2013) nos lleva a reflexionar sobre las acciones que realizamos a diario de forma reiterada y sobre nuestra necesidad de ruptura o cambio. En una de las pantallas, el artista incluye una referencia al ensayo filosófico de Albert Camus sobre el mito griego de Sísifo, condenado por los dioses a empujar perpetuamente una piedra gigante montaña arriba para verla a rodar montaña abajo otra vez, con la consiguiente frustración que todo acto inútil genera.
El agua, elemento presente en Los inocentes (The Innocents , 2007) y en Tres mujeres (Three Women, 2008), se convierte en el umbral entre la vida y la muerte, entre la realidad y el sueño, y su capacidad purificadora sirve para transformar las sombras en figuras vivas de carne y hueso, que deben regresar al oscuro mundo del que proceden. En
Los soñadores (The Dreamers , 2013) cada una de las siete pantallas verticales representa a una persona sumergida en el lecho de un río, con los ojos cerrados y en aparente paz. “El agua ondula sobre sus cuerpos y anima de forma sutil sus movimientos. El sonido del agua corriendo impregna el espacio como los sueños se filtran en la sala”. En cambio, el descanso parece no llegar nunca a las dos figuras de Hombre en busca de la inmortalidad / Mujer en busca de la eternidad (Man Searching for Immortality / Woman Searching for Eternity , 2013), cuyas formas desnudas se proyectan sobre dos losas de granito. “Explorando con detenimiento sus cuerpos, ayudados de una pequeña luz, en busca de alguna evidencia de enfermedad o descomposición”.
Galería 202
Avanzando cada día (Going Forth By Day , 2002) es una obra monumental creada por encargo del Deutsche Guggenheim de Berlín. Configurada por cinco grandes proyecciones de vídeo de alta definición, la obra explora diversos temas relacionados con la existencia humana: la individualidad, la sociedad, la muerte y el renacer. Recibe su nombre de la traducción literal del título del Libro de los Muertos egipcio, “El espíritu que avanza cada día”, una guía para que el alma salga a la luz del día una vez liberada de la oscuridad del cuerpo. Las cinco partes de la obra —“El nacimiento del fuego”, “La senda”, “El diluvio”, “El viaje” y “La primera luz”— se proyectan directamente sobre la pared, recordando a los ciclos de frescos del Renacimiento italiano de los artistas Giotto (la capilla de los Scrovegni en Padua) y Luca Signorelli (la capilla de San Brizio, Orvietto).
Esta es la producción de mayor envergadura que Viola ha emprendido hasta la fecha, para la que necesitó contar con colaboradores profesionales: un director de fotografía, productores, especialistas en efectos especiales, iluminadores, directores artísticos, estilistas, especialistas para escenas peligrosas, ingenieros de sonido, montadores y numerosos extras. Empleando la última tecnología de imágenes en alta resolución en movimiento, la visión de Viola despliega, a través del vídeo, una historia que refleja los temas esenciales del ser humano que han sido ampliamente representados a lo largo de la historia del arte.
Galería 208
Nacimiento invertido (Inverted Birth, 2014) presenta las cinco fases del despertar a través de una serie violentas transformaciones. Viola describe así la pieza: “Un hombre se encuentra en la oscuridad, empapado de un fluido negro, mientras el sonido hueco de unas gotas repiquetea en un espacio vacío. De manera paulatina el fluido se hace mayor, el movimiento se aviva y el flujo ascendente se convierte en un diluvio atronador. La oscura desesperación del negro se convierte en miedo cuando el líquido se vuelve rojo, pero el hombre se mantiene fuerte. Con el líquido blanco llegan el alivio y la nutrición, seguidos de la purificación del agua liberadora. Finalmente, una suave llovizna trae consigo la aceptación, el despertar y el nacimiento. Los fluidos representan la esencia de la vida humana: tierra, sangre, leche, agua y aire, y el ciclo vital desde el nacimiento hasta la muerte, que aquí se ha invertido, en una transformación de la oscuridad a la luz”.
*Las frases entrecomilladas que aparecen en el texto corresponden a citas de Bill Viola.
DIDAKTIKA
A través del proyecto Didaktika, patrocinado por BBK, el Museo diseña espacios didácticos y actividades especiales que complementan cada exposición y brindan herramientas y recursos para facilitar la apreciación y comprensión de las obras expuestas.
Espacio didáctico
En el espacio didáctico destinado a Bill Viola y bajo el epígrafe Una vida de imágenes los visitantes podrán ampliar información sobre la trayectoria del artista, desde sus primeras experimentaciones con la música y el video mientras estudiaba en la Universidad de Siracusa, Nueva York, hasta colaboraciones recientes en proyectos ajenos al contexto museístico, como iglesias, monumentos y teatros. Sus Cuadernos , germen de sus obras, también tendrán un lugar destacado en un espacio que ha sido diseñado en colaboración directa con Kira Perov, directora ejecutiva del Bill Viola Studio.
Esta información complementaria, que se ubica en el pasillo de la segunda planta y en la galería 201, incluye un archivo digital del Cuaderno del proyecto Going Forth By Day , extractos de entrevistas al artista y de proyectos musicales como la ópera Tristán und Isolde dirigida por Peter Sellars y para la que Viola creó una impactante producción audiovisual, así como explicaciones de una selección de obras y fotografías del archivo personal del artista, que apoyan las citas y textos educativos.
Actividades.
• Proyección del largometraje de Bill Viola No sé a qué me parezco (6 de julio)
I Do Not Know What It Is I Am Like (1986), primer largometraje en vídeo de Bill Viola, constituye un estudio sobre la conciencia animal y la trascendencia humana. Presentación a cargo de Lucía Agirre, comisaria de la exposición.
• Proyección y coloquio del documental Tiempos del Tránsito (29 de septiembre)
Dirigido por la artista Isabel María en 2014, este documental cuenta con la participación de Bill Viola y narra el proceso creativo de su obra The Passing (1991), en la que el artista habla del fallecimiento de su madre, que supone un antes y después en su vida y en su obra. A la proyección le precederá una presentación de la directora y tras la misma, tendrá lugar un coloquio con el público asistente.
• Conferencia de John Hanhardt (26 de octubre)
John Hanhardt, asesor curatorial de cine y media en el Smithsonian American Art Museum, comisario de exposiciones de los pioneros del videoarte y autor del libro Bill Viola , hablará sobre la obra y el proceso creativo del artista, así como sobre la evolución del videoarte y de la imagen en movimiento desde sus orígenes hasta la actualidad.
• Sesión creativa. Experimentando con la imagen en movimiento (28 de octubre y 4 de noviembre)
Taller experimental sobre la imagen en movimiento en el que los jóvenes manipularán y editarán sus propias grabaciones, además de conocer cuándo, dónde y quiénes fueron los primeros artistas, como Bill Viola o Nam June Paik, en los años sesenta y setenta.
• Proyección de la ópera Tristan und Isolde (28 de octubre) en el Teatro Real, producción de 2014.
De forma tangencial a la exposición de Bill Viola se proyectará esta ópera de Richard Wagner dirigida por Peter Sellars y que incluye un vídeo de cuatro horas de Bill Viola. La versión completa se estrenó en la Ópera Nacional de París en 2005. Las instalaciones derivadas del vídeo de esta ópera, como La ascensión de Tristán y Mujer de fuego, pueden verse en la muestra. Material grabado y proyección cortesía del Teatro Real.
Reflexiones compartidas
Estas visitas realizadas por profesionales del Museo permiten al público descubrir los entresijos del montaje y otros detalles interesantes de la exposición.
• Visión curatorial: con Lucía Agirre, Comisaria de la exposición (20 de septiembre)
• Conceptos clave: con Luz Maguregui, Coordinadora de Educación (27 de septiembre)
Patrocina Fundación Vizcaína Aguirre.
Visitas exprés
A través de las visitas exprés gratuitas se facilita la transmisión de contenidos artísticos de una forma concreta y dinámica.
Catálogo.
La exposición está acompañada de una monografía dedicada al artista, editada por Kira Perov y con texto de John Hanhardt que recorre su trayectoria, ahondando en las descripciones que hace Viola de su propia obra, y subrayando las influencias visuales, literarias y espirituales fundamentales en su práctica artística. Además de los textos, este volumen incluye numerosas ilustraciones de sus piezas más significativas, además de reproducciones de bocetos y apuntes de sus Cuadernos, que arrojan luz sobre sus métodos de trabajo.
Carta del Presidente de Iberdrola:
Iberdrola se suma con enorme satisfacción a la celebración del XX Aniversario del Museo Guggenheim Bilbao –del que es Patrono Estratégico desde su fundación–, mediante el patrocinio de la gran exposición dedicada a la figura de Bill Viola, una de las más relevantes del arte contemporáneo internacional.
La muestra abarca desde las obras que Viola gestó en los años setenta del siglo pasado –época en la que inicia su relación con el vídeo– hasta algunas videoinstalaciones monumentales realizadas en la última década, permitiendo conocer los diferentes temas que se han ido sucediendo en su producción.
Su recorrido revela, asimismo, la evolución de su trabajo a lo largo de cuarenta años de trayectoria, que coincide con el revolucionario desarrollo de las técnicas audiovisuales, cuyos avances ha ido incorporando de manera pionera en el medio y en el ámbito artístico.
A través de su sugerente iconografía, Viola aborda experiencias humanas universales, que van del nacimiento a la muerte. Las fuentes de las que se nutre su arte recorren la historia de la humanidad y sus diferentes manifestaciones culturales, tomando principalmente en consideración las distintas tradiciones místicas.
El apoyo de Iberdrola a la realización de esta muestra sobre el artista estadounidense se inscribe en el marco de la estrecha colaboración que mantenemos con el Museo, así como de nuestro compromiso con la difusión del arte y la cultura de los territorios en los que está presentes.
Para más información:
Museo Guggenheim Bilbao
Tel: +34 944 359 008
www.guggenheim-bilbao.eus