EL MUSEO NACIONAL DEL ROMANTICISO SE EMBARCA EN LA ‘CRÓNICA DE UN EXILIO’, DE LA FOTÓGRAFA GERMAINE KRULL.
La exposición ‘Germaine Krull. Crónica de un exilio’, comisariada por Neus Miró, podrá visitarse hasta el 25 de septiembre y forma parte de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2022.
El Museo Nacional del Romanticismo, adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, ha inaugurado hoy la exposición Germaine Krull. Crónica de un exilio. La muestra narra el viaje a bordo del carguero ‘Capitaine-Paul-Lemerle’ iniciado en Marsella en marzo de 1941 y documentado por la fotógrafa alemana Germaine Krull, una de las más destacadas de la vanguardia francesa de los años 20 a 40 del siglo pasado.
Junto a Krull, viajaban otros pasajeros escapando de una Europa inmersa en la Segunda Guerra Mundial, desde la Francia colaboracionista de Vichy: judíos, republicanos españoles y otros refugiados. Además, esta embarcación acabaría reuniendo a importantes figuras del panorama cultural del momento, como el surrealista André Breton y su esposa, la pintora Jacqueline Lamba, el antropólogo Claude Lévi-Strauss, los escritores Victor Serge y Anna Seghers, y el pintor Wifredo Lam.
Comisariada por Neus Miró, la exposición parte de las fotografías de la colección de Olivier y Michka Assayas, hijos de Jacques Rémy (Raymond Jacob Assayas), cineasta que también viajaba en el carguero. Las instantáneas halladas por Olivier Assayas en la casa de campo familiar permitieron reconstruir un relato de la travesía, junto con los textos dictados por Jacques Rémy a Michka Assayas y Catherine de Károlyi, madre de ambos hermanos, así como escritos de la propia Germaine Krull.
Cinco secciones recorren el trayecto compartido por la fotógrafa y el cineasta, desde la salida de Marsella, pasando por Orán y Casablanca, hasta la llegada a Martinica (a Fort-de-France) —aproximadamente, un mes después de zarpar—. Además, el texto de Rémy ‘Sur un cargo…’ [A bordo de un carguero…], presente en la exposición, describe los detalles del transcurso de la vida en el barco. Las fotografías de la última sección abordan el posterior viaje de Germaine Krull y Jacques Rémy a Guayana Francesa, reflejando su experiencia en esta colonia penal en sendos escritos. Los caminos de ambos se separarán después de llegar a Río de Janeiro, donde Krull permanecerá alrededor de un año, mientras que Rémy seguirá hasta Buenos Aires.
Las instantáneas de Germaine Krull retratan de forma sincera y directa una dura travesía desde Europa a América y se acompañan de documentos que ayudan a reconstruir también el viaje de Jacques Rémy, así como de un mapa que da cuenta del entonces Imperio Colonial Francés y sus rutas marítimas, contextualizando la travesía del ‘Capitaine-Paul-Lemerle’. Las imágenes tomadas a lo largo del trayecto suponen un paréntesis en la producción de Krull y se diferencian claramente de su obra anterior, por la que ya era conocida y apreciada, y también serán un punto de inflexión en su trayectoria.
El Museo Nacional del Romanticismo, consagrado a la época que vio nacer a la fotografía, se suma así un año más a su tradicional cita con PHotoESPAÑA, que en 2022 conmemora su vigésimo quinto aniversario. Esta exposición se enmarca, además, en el Año Temático de la Fotografía que celebra la institución estatal, a través de diversas actividades, propuestas expositivas y visitas específicas que culminarán en el Congreso Internacional ‘Fotografía y Museo: De los orígenes a la conquista de un espacio de visibilidad en España y América Latina (siglos XIX-XXI)’, que se celebrará en noviembre, volviendo a trazar puentes entre Europa y América, y entre los siglos XIX y XX y la centuria actual.
Sobre Germaine Krull.
Germaine Krull (1897, Poznan – 1985, Wetzlar) ya era una reconocida fotógrafa de la vanguardia artística europea en el momento de este viaje (1941). Había llegado a ser colaboradora principal de la revista ‘Variétés’ (1928-1930), publicación cercana a los surrealistas belgas. También había realizado numerosos reportajes para la revista fotográfica ‘Vu’ (1928-1940), creada por Lucien Vogel. Krull destacó sobre todo, durante los años 20 y 30, por sus singulares “libros de fotos” (‘Métal’, ‘Marseille’, ‘Paris’…), donde fue pionera en el tratamiento y presentación de las imágenes.
La exposición presenta una oportunidad de poner en valor en España a esta artista, y especialmente una parte de su obra más desconocida por el gran público, que es el testimonio de un viaje compartido hacia el exilio donde las historias individuales trascienden la realidad del momento para pasar a formar parte, como relato atemporal, de la memoria colectiva.