El Arte Visigodo.
La caída del Imperio Romano tiene lugar oficialmente en el año 476 d.C., cuando el último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo, es depuesto por el general bárbaro Odoacro. Este acontecimiento puntual, que se inscribe dentro de sucesivas oleadas de invasiones, no es más que el resultado final de un proceso de decadencia lento y progresivo que se anuncia ya desde mucho tiempo antes a través de una paulatina infiltración de corrientes germánicas en el seno del mundo romano.
Los contactos entre Roma y los germanos fueron intensos a raíz de sus numerosas confrontaciones, pero, sobre todo, como resultado de los tratados y pactos que se establecieron entre ambos. Por ejemplo, desde finales del siglo III d.C. está documentado el asentamiento de germanos en territorio romano, que cultivaban tierras y prestaban servicio militar, llegando algunos contingentes incluso a incorporarse dentro del propio ejército imperial. Estas interrelaciones generaron un ambiente cultural en que lo romano y lo germano fueron integrándose perfectamente, favoreciendo de una forma progresiva el paso de lo clásico, encarnación de la Edad Antigua, a lo indogermano, que constituirá el sustrato base de la Edad Media. La inexistencia de una ruptura brusca entre ambas manifestaciones culturales, revestirá al Altomedievo de un matiz de legitimidad, como continuación directa del Bajo Imperio.
ISBN-84-9714-008-7
Autora: Noelia Silva Santa-Cruz
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