El sensacionismo es algo literario experimental. A diferencia de lo que viene siendo tradicional, en que primero hay un relato y en él puede ocasionalmente descubrirse alguna que otra sensación, en esta obra se invierten los términos de modo que las palabras se subordinan a la expresión más pura o fiel posible de determinadas sensaciones que constituyen el objeto del libro. Contiene éste varias partes. “Sensaciones en una telaraña” profundiza en esa necesidad humana de espiritualidad buscando un mundo trascendente pero para ello no a través de la religión sino intelectualmente, y tomando siempre las sensaciones como guía. En la parte siguiente, la expresión directa del lenguaje del sensacionismo es aún más claro buscando la expresión descarnada de sensaciones que se traducen en palabras o contenidos. Seguidamente en “las sensaciones muertas” el sensacionismo sigue evitando el sentido de cualquier relato coherente. Finalmente “sensaciones de humor” traduce experimentalmente los contenidos precedentes en clave humorística queriendo causar una sensación global de desasosiego.
…” – Alguien está atrapado en una espesa extensa telaraña, sin razones ni lo contrario, simplemente está, solo las sensaciones cuentan solo las sensaciones son realidad, la de estar aprisionado, la de huida-tedio-angustia de no poder escapar de un espacio angosto, de no poder ser, o de ser algo que en realidad es diferente de lo que se cree ser, de querer encontrar algo que es cierto pero se resiste, trascendente espiritual de forma intelectual, estar allí ¿dónde?…“
Formato: 15×21 cm
ISBN: 978-84-9714-055-3
Páginas: 219
Año de publicación: 2014
Lugar de publicación: Madrid
Autor: Santiago González-Varas Ibañez