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La ciudad de Tarraco

Tarraco

La ciudad de Tarraco.

HISTORIA.

Tarraco era una ciudad romana, que, hoy en día, se trata de la ciudad de Tarragona. Desde el S.V a.C. existían poblaciones ibéricas, ubicadas en la desembocadura del río Francolí. En esa misma zona y durante las guerras púnicas, el ejército romano establece un campamento para asegurar sus primeras victorias en la Península Ibérica.

Los primeros asentamientos se trataban de campamentos militares, el cual, poco a poco, fue adquiriendo importancia, amurallándose y convirtiéndose en una ciudad o urbe romana con todos los servicios públicos, ya que fue destacando en la Hispania romana, convirtiéndose en una de las bastiones más importantes.

Tarraco, ciudad que estaba cruzada por la vía Augusta, en el año 45 a.C., Julio Cesar otorga a la población la categoría de Colonia Iulia Urbs Tarraco. En el año 27 a.C. Augusto la convirtió en capital de la Hispania Citerior, que tras las reformas políticas, pasa a ser capital de la provincia Tarraconensis. Los años posteriores recibe un fuerte impulso urbanístico: se mejoran sus servicios e infraestructuras, se realizan superficies “en terraza” para mejorar la superficie de la ciudad. Ya en el año 17 a.C. se convirtió en uno de los focos principales desde donde los romanos podían abastecer a sus tropas en las largas guerras contra los celtíberos. Durante los dos siglos posteriores la ciudad siguió creciendo y consolidándose. Aumentando territorialmente y poblacionalmente, llegando ser más de 70 Ha. y más de 30.000 habitantes. Posteriormente, en el siglo III d.C. inicia un período de retroceso económico. También se expandió las persecuciones a los cristianos, culminan en el año 275 con el martirio de los santos Fructuoso, Augurio y Eulogio, quemados vivos en el Anfiteatro.

Ya en el siglo V d.C. las incursiones visigodas fueron constantes, cuando comienza la caída del Imperio Romano y la ciudad entra en declive. Culminó en el año 475, cuando el Rey Alarico se apodera definitivamente de la ciudad.

ARQUITECTURAS PRINCIPALES.

  • VÍA AUGUSTA.

Se trató de la principal calzada de la Península Ibérica que, con sus 1300 km., unía con Roma. Su nombre fue en honor a su impulsor, Octavio Augusto. Fue la principal de las calzadas romanas en la península ibérica: la que la unía a Roma.  Construida entre el S. II a.C. y el 19 a.C., permitió unir Roma, con la costa mediterránea y el Valle del Guadalquivir hasta Cádiz, prolongándose tras los Pirineos Orientales con la Vía Domitia (conectaba Galia con Roma). La Vía Augusta permitió al Imperio allanar el camino a sus legiones, ayudar al desarrollo de las colonias y acelerar el comercio y la economía de mercado, también a suministrarse Roma de trigo, aceite, vino, conservas, cerámica o lana, junto a metales como oro, plata, cobre o hierro.

  • MURALLA.

Se inició la construcción en el siglo III a.C. Está formado por dos muros de grandes sillares rellenos de escombro y piedras. En ellos se ubicaban las puertas de acceso a la ciudad, y, junto a ellos, las torres de defensa como la torre de Minerva, la del Cabiscol y la del Arzobispo.

  • ACUEDUCTOS.

En la ciudad de Tarraco había dos acueductos. Uno recogía el agua del río Gaià y otro del río Francolí. Para salvar las diferentes alturas, en El acueducto de Las Ferreras se tuvo que realizar dos órdenes de arquerías y una conducción (specus), entre dos paredes de mampostería.

  • Foro provincial.

El foro romano se construyó durante el gobierno del emperador Vespasiano, en el año 73 d.C.; situado en la parte más alta de la ciudad, sobre dos terrazas, aprovechando el desnivel del terreno, aunque el programa constructivo fue de tres, pues posteriormente se construyó en la terraza más baja el circo. Y dentro del propio programa, en la terraza superior o más elevada se ubicaba el Templo de Augusto. Ya en la terraza intermedia se ubicaba la Plaza de Representación. La construcción de este complejo de tan envergadura dimensión fue debido a que se aprovechó el terreno que estaba ocupado por la base militar. La función era de centro de administración política, económica y religiosa de la provincia. Por ello este complejo estaba bajo la autoridad del consejo de representantes de toda la provincia de la Hispania Citerior Tarraconense, que se reunía anualmente para elegir al flamen del culto imperial.

En la Plaza de Representación, en los ángulos del lado noreste alzaban dos torres que facilitaban el paso entre los diferentes niveles de la plaza y el circo por medio de galerías y escaleras internas. Además había dos escalinatas que unían, una el circo y la plaza, y, la otra, la plaza y el templo.

  • TEMPLO (RECINTO SAGRADO).

Se ubicaba en la terraza superior del Foro Provincial (compuesto por tres terrazas), el cual era el recinto de culto imperial, que, junto al templo, se encontraba una plaza rectangular con un pórtico de columnas con capiteles compuestos, que rodeaban a esta, cuyas medidas eran de 153 x 136 m.; El recinto (cuya dimensión era de 2 ha.), al igual que todo el foro, fue construido en el año 70 d.C. El templo, de Augusto, fue construido tras su muerte en su memoria (gobierno de Tiberio), restaurado por Adriano y Septimio Severo, cuando estuvo de pretor en la Tarraconense. Se trata de un templo octástilo y fue el más espectacular de la Península Ibérica. Se apoyaba en dos o tres gradas corridas, de arriba a abajo de mayor a menor tamaño; con columnas cuyas basas eran áticas, representadas con dos anillos; capiteles corintios; entablamento dividido en arquitrabe, friso y cornisa; el frontón estaba dividido en varias secciones; las acróteras en forma de palmeta, triple la central, remataban los tres vértices del frontón; las ovas o mútulos decorando o sosteniendo las cornisas del frontón y en el entablamento y el tímpano decorado por glóbulo o clipeus.

  • Circo.

Circo Romano de TarracoEdificio construido en el S. I d.C. por Dominiciano, en la tercera terraza, junto al Foro Provincial, por lo que el tamaño era menor en comparación con otros del Imperio Romano, pues era de 325 m. de longitud y 115 m. de anchura. Su función era de edificio de ocio y espectáculo, como las carreras de carros y caballos. Debido a sus dimensiones albergaba en torno a unos 30000 espectadores. El circo estaba formado por una spina, dividido por un pódium, cuya función era de proteger a los espectadores en caso de accidente. El lado corto era el punto de salida de los carros y donde estaba la entrada principal. En el lado opuesto se localizaban la tribuna de los jueces y la salida de los participantes heridos. En los otros dos laterales, los largos, se encontraban las gradas.

  • Foro colonial o local.

Se trata del centro neurálgico de la ciudad, hacia el propio foro conducían las calles principales, pues era donde estaba la actividad pública de la ciudad, por ello fue un lugar de encuentro y reunión, además era el lugar de desarrollo de la actividad administrativa. Estaba situado en la zona sur de la ciudad, dentro del área residencial. En época republicana era presidida por un templo dedicado a la Tríada Capitolina. En época de Augusto se abrió el muro de cierre de la gradería o cávea. Ya en época de Tiberio se realizó una nueva plaza o foro anexo; estaba presidido por una basílica de tres naves, una de ellas con una plaza porticada en tres de sus lados.

  • Teatro.

Edificio construido en época de Augusto, próximo al Foro Colonial y a la zona portuaria, aprovechando el fuerte desnivel para situar el graderío. Las estructuras conservadas de la construcción romana hoy en día son cinco gradas en torno a la orchestra, dos escaleras radiales, los agujeros del soporte de la estructura que sostenía el telón, auleum. Además la parte superior de la gradería con una bóveda anular que recorría el perímetro, sobre el cual se levantaba la fachada y el coronamiento superior de la cávea, a ello añadir un ninfeo monumental. En la actualidad, en el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona, se conservan los monumentales capiteles y estatuas de iconografía imperial que formaban parte de la decoración del frons scaenae.

  • Anfiteatro.

Anfiteatro-TarracoSe trata de una edificación la cual se construyó próximo al mar, en la parte noreste de la ciudad, esto fue debido a que se buscaba una accesibilidad fácil, tanto para los asistentes como para el desembarco de los animales. Además de la playa tenía el acceso de la Vía Augusta. Este yacimiento, el anfiteatro, de forma oval o de elipse, se localiza en la zona extramuros de la ciudad, obliterando una zona amplia de una necrópolis construida anteriormente, en el S. I a.C. Otra de las razones de la ubicación del anfiteatro fue el aprovechamiento del desnivel para facilitar la construcción de la cávea, el cual, un parte de ella, fue construido sobre roca, y otra se sustentó con arcos y bóvedas de hormigón. Tenía unas dimensiones de 109,5 m. de largo y 86,5 m. de ancho, teniendo una capacidad para 14000 espectadores. En él tenían lugar diferentes espectáculos, los más atractivos de la vida urbana de la Antigua Roma, desde las famosas luchas con gladiadores conocidas como muneras, hasta las venationes o luchas con animales, además de exhibiciones atléticas o incluso martirios y sacrificios (ejecuciones públicas).

El inicio de su edificación fue a finales del S. I- principios del S. II d.C. En el 218 d. C. se remodeló el anfiteatro, una magna inscripción, cuya longitud de unos 150 m, y que se hallaba en la coronación del podio que separaba la pista de las gradas. El texto reconstruido de este epígrafe indica una importante reforma del edificio comprobada, arqueológicamente, en lo que se refiere a una ampliación de las fosas y, casi seguramente, el aplacado marmóreo del podio. Posteriormente, en el año 259, Fructuoso (obispo de Tarraco), Augurio y Eulogio (sus diáconos) fueron martirizados en la arena del propio anfiteatro. Ya durante el imperio de Heliogábalo, a principios del siglo III d.C., se realizaron más reformas y años después sufrió un incendio. El propio anfiteatro cayó en desuso en el siglo V, durante ese mismo siglo y el siguiente se construyó una basílica cristiana de tres naves que conmemoró el lugar del martirio de los tres santos; para la que se utilizaron sillares del propio edificio, en uso hasta el S. VIII, ya en el siglo XII, sobre los restos de esta basílica a su vez, se construyó una iglesia romano-gótica.

ENLACES DE LAS FOTOGRAFÍAS

  1. Portada:

https://www.escapadarural.com/que-hacer/tarragona_tarragona/anfiteatro-de-tarraco#showPhoto_maingallery_2

  1. Tarraco y arquitecturas:

http://3.bp.blogspot.com/_J9WU85iRdtM/R0_icPoJxyI/AAAAAAAABEE/yYxmhj2zbv4/s1600-R/tarraco.jpeg

  1. Plano del anfiteatro:

http://www.spanisharts.com/arquitectura/imagenes/roma/tarragona_anfiteatro.html

(c) Autor: Álvaro García Fernández

ISBN: 978-84-948393-3-7 – Publicaciones electrónicas Cursos Liceus.

Trabajo final del Curso: ARQUEOLOGÍA DEL MUNDO CLÁSICO

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