Antropología, Publicaciones

Karl Raimund Popper

Karl-popper

Popper

por (c) Raquel del Coso

Aunque no podamos justificar racionalmente nuestras teorías, y ni siquiera probar que son probables, podemos criticarlas de forma racional y objetiva, buscando y eliminando errores al servicio de la verdad, distinguiendo así entre teorías mejores y peores.

1.Popper.

Popper es hoy una de las figuras más controvertidas de la filosofía actual. Su amplia producción, la variedad de sus intereses y la novedad de sus propuestas no hacen fácil su interpretación, a pesar de la claridad con la que escribía y que consideraba uno de los deberes del filósofo.

Popper es muy conocido por una de sus obras políticas más difundidas, La Sociedad abierta y sus enemigos. (1945). Esta obra representa su principal aportación al campo de la metodología de las ciencias sociales. La obra política de Popper no sería sino una aplicación política de sus ideas epistemológicas sobre la falsabilidad y crítica del conocimiento científico, expuestos más o menos unos 10 anos antes.

En 1972, publica Conocimiento objetivo, donde, en oposición a la teoría del conocimiento tradicional, que considera subjetiva por fundarse en la certeza, propone su teoría del conocimiento objetivo, o del conocimiento sin sujeto cognoscente, sosteniendo que el conocimiento no consiste tanto en el problema de cómo fundamos la certeza o la verdad, sino más bien en cómo se desarrolla y acrecienta la ciencia: a modo de conjeturas que, en forma de hipótesis, se presentan como soluciones tentativas a problemas, acompañadas con argumentos críticos e intentos de someterlas a prueba para descartar su falsedad; en esta obra presenta también su teoría de los tres mundos.

2. El eje central del pensamiento popperiano.

Podemos decir que la tesis central de Karl Popper es el refutacionismo, una postura mediante la cual este pensador busca establecer una demarcación entre lo que es ciencia y lo que no lo es: son científicos aquellos enunciados que pueden ser refutados.

La falsabilidad popperiana significó un golpe de muerte para el positivismo lógico. Pero ¿qué es el concepto de falsación en Popper? consiste en: si conseguimos demostrar mediante la experiencia que un enunciado observable es falso, se sigue deductivamente, por modus tollens, que la proposición universal es falsa.

Contraponiendo al intento de confirmar las propias teorías el intento de refutarlas, deduce su teoría que lo que define el carácter científico de una teoría es su contrastabilidad, y lo que define a ésta es la refutabilidad, y que una teoría es científica y significativa sólo si es en principio incompatible con algunos fenómenos observables.

La falsabilidad de una hipótesis implica más que un cambio terminológico frente a la verificabilidad inductivista: implica que toda conjetura se mantiene siempre en conjetura, aunque esté corroborada, pues no puede ser necesariamente falsada ni necesariamente corroborada.

La fundamentación de la refutabilidad como criterio lleva al desarrollo de una nueva concepción de ciencia y de teoría científica. Esto abre la racionalidad de las ciencias, a partir de Popper, a una racionalidad más amplia.

El punto es que el eje central del pensamiento de Popper nace con la falsabilidad pero no se reduce a ella.

3. El falsacionismo

El conocimiento del mundo sólo se puede lograr por medio de audacia, resignación e indulgencia. Esta es la base del racionalismo crítico de Popper.

AUDACIA ¿Para qué? Para derrotar las viejas teorías. Aquellas que ya no reflejan la realidad. Para proponer teorías nuevas (conceptos, categorías, definiciones, una nueva teoría con todos sus elementos) que superen o remonten las viejas categorías.

RESIGNACIÓN ¿Para qué? Para poder aceptar las refutaciones que se nos harán cuando presentemos las nuevas teorías.

INDULGENCIA ¿Para qué? Hay que ser indulgente para los errores cometidos.

¿Quién nos salva del error? Es importante tener un espejo que nos refleje el error que estamos cometiendo. Nosotros deberíamos poner a prueba nuestras ideas e invenciones, las criticamos y desechamos lo que está mal hecho y lo volvemos a intentar. El trasfondo de esto es que se avanza y se aprende a base de ENSAYO/ERROR. Incluso desde el conductismo se dice que hay dos formas de aprender:

1.- APROXIMACIONES SUCESIVAS Nadie aprende de un solo golpe. Es un proceso de aprendizaje continuo que nunca se acaba por eso se le llama el acto de aprender. No se puede ir ni a saco ni a golpe, hay que ir con aproximaciones sucesivas, poco a poco.

2.- ENSAYO-ERROR El equívoco tiene un gran potencial de aprendizaje. El crear conocimiento, el producir conocimiento tiene la premisa de Ensayo-Error.
3.- ¿Cuál es la verdad para el falsacionista? La verdad no tiene dimensión objetiva, material, es un proceso de avance, cada vez vas descubriendo cosas, vas disminuyendo la ignorancia. La verdad es todo ese proceso.

Como dice Popper: “Los falsacionistas preferimos resolver los problemas mediante una conjetura audaz aunque pronto resulte falsada porque esa es la manera en que podemos aprender de nuestros errores; y al descubrir que nuestra conjetura era falsa habremos aprendido mucho sobre la verdad y habremos llegado más cerca de esta”.

El falsacionismo de Popper se sostiene en dos cosas: en las conjeturas atrevidas y en la crítica libre o la discusión crítica.

La filosofía que está detrás es el racionalismo crítico: todo puede y debe someterse a la crítica. Este recurso a la crítica se lleva a cabo por medios lingüísticos, esto es, con argumentos y contrastaciones.

El falsacionismo en contraposición al inductivismo, reconoce las limitaciones de la inducción y la subordinación de la observación a la teoría.

4. La Refutación y la inducción.

La concepción heredada del de la ciencia, impulsada sobre todo por los patrocinadores del Círculo de Viena y el neopositivismo en general sostenía una concepción de la ciencia basada en la inductivismo.

Un razonamiento inductivo parte de premisas singulares y llega a una conclusión general, y por ese motivo esta conclusión es probable, no segura. Por ejemplo, si observamos tres cuervos negros (enunciados singulares), podemos concluir que todos los cuervos son negros (enunciado general), pero esta conclusión no es segura, pues no hemos podido ver todos los cuervos posibles.

Si en lugar de haber visto tres cuervos negros vemos cien, la conclusión se hace más segura, pero sigue siendo igualmente probable. Esto es lo que Popper llama el problema de la inducción (“el problema de Hume”), es decir, si está o no justificado lógicamente concluir con certeza una conclusión general a partir de observaciones singulares.

Popper considera que no está justificado este paso inductivo: con él sólo llegamos a conclusiones probables, y siguiendo ese camino llegamos a una situación donde hay muchas teorías planteadas, y todas ellas probables, con lo cual no se produce ningún progreso en el conocimiento.

Para que el progreso en el conocimiento ocurra, debemos ir descartando aquellas teorías que fueron refutadas, y para refutar teorías necesitamos un razonamiento deductivo, es decir, un razonamiento que, a diferencia de la inducción, tiene una conclusión segura o necesaria.

Por ejemplo, tomamos como premisa esta hipótesis: “Todos los cuervos son negros”, y como segunda premisa “este cuervo no es negro” (resultado de una observación). Concluimos entonces, con seguridad, que es falso que todos los cuervos sean negros, con lo cual la teoría habrá quedado refutada. A esta concepción del método científico Popper la llama teoría del método deductivo de contrastar.

Esto es muy importante porque, a partir de allí, Popper traza una frontera, un límite entre lo que debe considerarse ciencia y lo que no. Este criterio de demarcación es el criterio de refutabilidad, según el cual habrán de considerarse científico aquellos enunciados que sean refutables (no que sean refutados, porque en ese caso ya no forman parte más del cuerpo de la ciencia).

De acuerdo a este criterio demarcatorio, el interés principal del científico no debe consistir en defender su teoría sino en intentar atacarla, refutarla por todos los medios. Esto equivale a decir que el científico debe estar en un estado de duda permanente.

Pero, ¿es la misma duda que la de Descartes? Considero que en parte sí y en parte no. Hay, por un lado, una semejanza porque en ambos pensadores advertimos que proponen el camino de la duda como vía de conocimiento (a diferencia de los escépticos, que dudan sistemáticamente porque consideran el conocimiento como un imposible).

Pero por el otro lado hay una diferencia: Descartes utilizaba la duda como método parea llegar a una certeza (“Dudo, luego pienso”), mientras que en la concepción de Popper una duda lleva a nuevas dudas en forma interminable, porque el conocimiento no es nunca total. Por ejemplo, el científico duda de su teoría, y por lo tanto intenta refutarla. Cuando lo consigue, propone una nueva conjetura que nuevamente será objeto de duda.

Ver también: El positivismo. El círculo de Viena. Karl Popper.

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