Cien fórmulas para preparar salsas, el segundo libro más consultado de la biblioteca digital de la BNE, un siglo después de su edición.
“En un vaso de agua hirviendo se exprime el zumo de un limón; se añade sal, pimienta, perejil picado y una cucharada de manteca. Cinco minutos después de ponerlo al fuego, se retira y se sirve. Acompaña a los asados”. Esta es la receta de la salsa al limón, ejemplo práctico de una de las cien que aparecen en el libro Cien fórmulas para preparar salsas, la segunda obra más consultada en la Biblioteca Digital Hispánica (BDH) desde que fue creada en 2008, por encima del Cantar de mio Cid o de Don Quijote de la Mancha, y solo superado por El Beato de Liébana.
Escrito por Rose Mademoiselle, fue editado por Saturnino Calleja. A la venta por el módico precio de 50 céntimos, la obra tiene un tamaño de apenas 12 centímetros y consta de 157 páginas. El ejemplar, encuadernado en cartoné con lindas cubiertas al cromo, tiene una colorida portada con el logo del editor en la parte posterior, aunque en el interior del tomo apenas encontramos un par de ilustraciones. Fue impreso entre 1896 y 1915.
El principal objetivo de la obra es defender la utilidad de las salsas, ya sea con la compañía de la carne, las legumbres o el pescado. “Ningún país posee en tan alto grado como el nuestro el arte de variar los condimentos de las salsas, que dan a los platos de nuestra cocina un sabor particularmente delicado”, puede leerse en una introducción repleta de anécdotas.
La más destacada es la referida por Brillat-Savarin. Este llegó muerto a una venta situada en medio del campo, donde solo quedaba como manjar un guiso que ya estaba dispuesto para un inglés. Savarin pidió que “le dejaran tomar un poco de la salsa de aquel asado, a la cual añadiría unos cuentos huevos”. El posadero aceptó, lo que aprovechó Savarin para tomar una sabrosa y suculenta cena, mientras que el guisado del pobre inglés quedó completamente seco y desabrido.
Las cien fórmulas de las que consta el libro están explicadas al detalle. Todo empieza por recetas populares como la salsa bechamel o la mayonesa, pero también hay un espacio para salsas más singulares, como la de pistachos o la de miel. Además, en muchas de ellas se especifica a qué tipo de alimento debe acompañar, sobre todo a carnes y pescados.
Fue impreso en el número 28 de la calle de Valencia (Madrid), donde Calleja abrió un gran complejo editorial en 1896. El editor, que también escribió cuentos y libros escolares, dedicó ocho años a formarse como profesional de la edición, la encuadernación y el grabado. Además, es conocido por ser el creador de las primeras series de su colección de cuentos para niños. De ahí viene la conocida expresión “tienes más cuento que Calleja”.
La obra pertenece a la colección de la Biblioteca Popular, con la que Calleja tenía el objetivo de “difundir conocimientos útiles y de inmediata aplicación a las necesidades de la vida, sin excluir lo que pueda ser motivo de honesto solaz y esparcimiento del ánimo”. Además de las salsas, el editor llevó esta idea a la práctica al publicar obras como Cien guisos exquisitos de patatas, Bailes de sociedad o el Tesoro de los chistes.
Fotografías de la Guerra Civil y el Cantar del mio Cid, las obras más consultadas en la Biblioteca Digital Hispánica en 2019. Las visitas superaron los siete millones.
El material gráfico del campo de concentración de Albatera (Alicante), obra de Luis Vidal, ha sido la obra más consultada en la Biblioteca Digital Hispánica (BDH) de la Biblioteca Nacional de España. En 2019 se sumaron más de 4.000 títulos, el número de páginas digitalizadas creció en más de medio millón y las visitas a la BDH superaron los siete millones.
La BDH ofrece acceso libre y gratuito a miles de documentos digitalizados como manuscritos, fotografías, mapas, grabaciones sonoras o grabados.
Un hecho destacado es la digitalización de la obra de Antonio Machado y de otros 180 autores que los usuarios ya pueden consultar en abierto al haber pasado desde primeros de año a dominio público. Además, se han digitalizado los dibujos de Antonio Fraguas ‘Forges’, que la Biblioteca Nacional conserva para su preservación. Lo mismo ha ocurrido con manuscritos de Benito Pérez Galdós y de Ceán Bermúdez. Así como la digitalización del primer mapa de postas de la Península Ibérica, del siglo XVIII.
Las obras más consultadas en 2019 han sido las siguientes:
- Material gráfico del campo de concentración de Albatera (Alicante).
- Índices de varias obras genealógicas.
- Poema del Cid.
- El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.
- Beato de Liébana: códice de Fernando I y Dña. Sancha.
- Cien fórmulas para preparar salsas: recetas exquisitas y variadas, de Mademoiselle Rose.
- Suspiros de España: marcha popular.
- Gramática castellana.
- Viaje de España.
- Cantigas de Santa María.