Catedral de León.
La Catedral gótica de León, siguiendo la costumbre antigua de construir los templos sobre su predecesor, comienza a edificarse a principios del siglo XIII, sobre la catedral románica (1065 / 1073) y ésta sobre el aula regia de Ordoño II que a su vez se había levantado en el solar de unas temas romanas del siglo II.
En un principio se siguió el esquema del Maestro Enrique y a mediados del siglo XIII estaba ya edificada la cabecera. En 1288 la Catedral estaba abierta al culto y las obras se sucedieron durante el siglo XIV y parte del XV.
En la historia de esta catedral es destacable la intervención que sufre a mediados del siglo XIX, momento en que se plantea la restauración total del edificio. Durante este periodo de tiempo no son pocos los arquitectos que toman las directrices de la obra; el primero Laviña, le siguió Juan de Madrazo pero destacan ante todo Demetrio de los Ríos y Juan Bautista Lázaro que emprenden la difícil tarea de restaurar todas las vidrieras del templo.
La planta es similar a la de Reims y copia de ésta hasta las imperfecciones. Tiene forma de cruz latina con tres naves en el brazo mayor de las cuales las menores vuelven sobre el brazo del crucero. La girola es poligonal y con cinco capillas también poligonales en planta.
El ábside asimismo se asemeja al de Reims en las partes bajas y en la parte superior se nota la influencia de obras francesas más esbeltas como Amiens o Saint Chapelle.
Las cubiertas son de bóvedas de crucería sencilla, con plementos de toba muy ligera y los apoyos se presentan de dos tipos, los principales de base cuadrada con columnas adosadas desde la base y los otros redondos y más sencillos. Predomina el arco apuntado inscrito en un triángulo equilátero.
A los pies del templo, la gran fachada occidental de la Catedral que alberga de los conjuntos escultóricos más importantes del gótico, está franqueada por dos torres adosadas a los dos lados de las naves en vez de ocupar los pies.
La torre de las campanas se inicio en el siglo XIII, se continuó en el XIV y hasta el siglo XVIII no se terminó. Destaca una maciza aguja octogonal testimonio de la actividad de Churriguera en la Catedral de León.
La torre del reloj es similar a la torre de campanas en el cuerpo bajo, aunque se continua hasta el remate de la aguja dentro de un estilo gótico avanzado obra del flamenco Jusquín entre los años 1458 y 1472.
Entre ambas torres se abre le gran pórtico de cinco arcadas desiguales, obra en buena parte del Maestro Enrique y de Johán Pérez. En este pórtico se encuentra la piedra del locus appellationis, y tras ella, en la ojiva interior, una figura real con un cetro, en actitud solemne de sentenciar, todo ello aludiendo el emplazamiento del tribunal real. En el muro del fondo se abren las tres riquísimas portadas:
La portada central es la llamada “Puerta de la Blanca”. Destaca en ella el parteluz con la copia de la imagen de la Virgen Blanca. El original de la misma se encuentra en el interior del templo y se trata de una bellísima escultura llena de delicadeza realizada en 1250 por un escultor desconocido y en 1551 fue pintada y dorada por Antón Fernández de Méres y de la cual todavía podemos observar restos de policromía.
La escultura de la Virgen que se encuentra en el parteluz es cobijada por un doselete calado que recuerda a las arquitecturas góticas de gran finura.
A cada lado de la puerta se colocan tres esculturas de apóstoles que junto con otras cuatro que unen esta portada con la lateral izquierda posiblemente son realizadas por el mismo maestro. Las figuras más destacadas son San Andrés, San Pedro, Santiago el Mayor y San Juan. Todas, al igual que la Virgen Blanca están bajo doseletes góticos. Sobre los dinteles, se desarrolla la escena del Juicio Final. A la izquierda,, una alegre composición de ángeles músicos, y los bienaventurados que entran en le paraíso. A la derecha se representan las almas pecadoras en el infierno. Esta escena es cobijada por un doselete seguido que hace de base para la escena superior, Cristo, entronizado, como Juez Universal y a los lados ángeles llevando los atributos del martirio y en los extremos La Virgen y San Juan, ambas posiblemente realizadas por el mismo escultor que realiza la de la Virgen Blanca. Rellenando la punta del tímpano una pareja de ángeles sostiene la corona de espinas.
El ingreso ordinario al interior de la Catedral se realiza por la puerta de San Juan que está junto a la torre de las Campanas. También hay tres figuras a cada lado que de izquierda a derecha son: un pontífice, san Juan Bautista con sayal, dos profetas de excelente talla, del mismo escultor que ejecutó los apóstoles de la portada central, una figura de un rey con los atributos de la justicia, a la que alude también la inscripción que hay en su espada, y otro rey joven, obra del mismo maestro que labró el San Juan Bautista del otro lado. Estas grandes figuras llevan doseletes encima, de los que arrancan las tres arquivoltas.
Sobre el dintel se desarrollan las tres zonas del tímpano, decoradas con escenas del evangelio: Visitación, Nacimiento con el Niño en el pesebre y la Virgen asistida por dos mujeres y un ángel, el sueño de San Jose y la Anunciación a los pastores, en la primera. La Visita de los Magos a Herodes, la Epifanía y la Huida a Egipto, en la segunda, y en la tercera la Degollación de los Inocentes.
Con una organización similar a las anteriores se presenta la Puerta de San Francisco, junto a la Torre del Reloj. Las figuras laterales son un profeta, san Juan Bautista y una reina y en el lado derecho dos profetas y posiblemente el Salvador.
En el tímpano se desarrolla la Muerte de la Virgen, rodeada de ángeles y los apóstoles, y encima la Coronación de la misma.
Sobre el pórtico se alza el hastial coronado por la imagen del Salvador. Encima del triforio está el rosetón de la Gloria y más arriba el frontispicio con la escena de la Anunciación.
La fachada meridional o sur es en su mayor parte reconstruida a finales del siglo XIX. Tiene tres portadas; la central, llamada de San Froilán, tiene la imagen de este santo en el parteluz como patrono de la diócesis. A ambos lados tres figuras que corresponden, las de la izquierda a un profeta, la Virgen de una Anunciación a la que falta el ángel, que está en el museo catedralicio, y un rey. Las de la derecha son la Virgen con el Niño y dos reyes, que con el anterior constituirían una Epifanía.
Sobre el dintel se desarrolla un friso con los doce apóstoles bajo un dosel seguido que sirve de base a la siguiente escena del tímpano, Cristo en Majestad con los símbolos de los evangelistas a los lados.
La portada lateral derecha es la única que sobrevive a las restauraciones de finales del siglo XIX y conserva algunos restos de su policromía. El tímpano está dividido en tres frisos, el inferior con una procesión de clérigos, el central, con un obispo yaciente entre ángeles que inciensan y alumbran, y en lo alto otros dos que llevan su alma. Es posible que todo ello se refiera a la historia de San Froilán.
La otra portada lateral, llamada de “la Muerte”, presenta doble arquivolta, con castillos y leones una, y la otra decorada con temas vegetales. Rodea la mitad superior del ingreso otra faja, también con castillos y leones.
La fachada que se sitúa en el lado norte del crucero es más sobria que las anteriores, y conserva policromía del siglo XV. En el tímpano aparece Cristo, a tamaño natural dentro de una mandorla sostenida por cuatro ángeles y en los extremos los cuatro evangelistas. En el parteluz se coloca una escultura de la Virgen del Dado. Las dos jambas están ocupadas por esculturas de San Pablo, San Pedro, Santiago el Mayor, la Anunciación y San Mateo.
Si algo es conocido y digno de admirar tanto dentro como fuera de nuestro país del templo leones es el conjunto de 737 vidrieras que alberga en su interior y que crea un ambiente totalmente inquietante y espiritual que envuelve a todo aquel que lo visita. La importancia de las mismas no solo es apreciable en número, o en calidad sino que es un muestrario del arte y la técnica de la vidriera desde el siglo XIII hasta el siglo XX.
En el interior destaca también el retablo mayor del siglo XV realizado por Nicolás Francés, uno de los mejores representantes del gótico internacional de Castilla. En el altar mayor se encuentra la doble arca de San Froilán, de madera chapada en plata, con bellos relieves renacentistas, que realizó en 1519 el orfebre Enrique de Arfe.
El coro, uno de los más antiguos de España, fue ejecutado en la segunda mitad del siglo XV por el flamenco Jusquin
El trascoro con los excelentes relieves fue realizado en el siglo XVI por Esteban Jordán y es rematado por un crucifijo de Bautista Vázquez.
El claustro tiene dos partes bien diferenciadas, una gótica del siglo XIII y otra renacentista realizada en 1540 por Juan de Badajoz. Se accede a él a través de una portada gótica con puertas de nogal decoradas con relieves de gran calidad, como el de la Anunciación, que sido atribuido a Juan de Juni. En él hay varias pinturas murales al temple realizadas por Nicolás Francés, numerosos sepulcros góticos y un altar plateresco que ejecutó Juan de Badajoz.
El museo catedralicio instalado en las dependencias capitulares con acceso desde el claustro, atesora una buena colección artística integrada por una notable escultura gótica del rey Ordoño II, varios ricos códices, entre los que sobresale el antifonario, mozárabe del siglo XI, una Biblia y esculturas de varios estilos. Incluye también el museo una sección de prehistoria, donación en su mayor parte de don Eugenio Merino y compuesta por hachas pulimentadas, utensilios tallados, materiales de la edad de bronce y del hierro, así como numerosos restos de época romana, muchos de ellos procedentes del subsuelo de la propia catedral.
Otras entradas en el Blog: VIDRIERAS DE LA CATEDRAL.
(c). Autora: Arantxa Revuelta Bayod