López de la Serna CAC presenta la exposición: Alex Katz. Para aquellos que no pudieran asistir, o se quedaran con ganas de volver a ver la retrospectiva organizada en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el pasado año, López de la Serna CAC, nos ofrece una nueva oportunidad con esta exposición que recorre cuatro décadas de la trayectoria del artista norteamericano Alex Katz (Brooklyn, 1927), considerado uno de los grandes nombres de su generación. A través de una cuidada selección de retratos y paisajes se explorará la personal interpretación de estos géneros tradicionales de la pintura occidental que le ha valido un amplio reconocimiento internacional. Esta mirada retrospectiva a la labor creativa del pintor neoyorquino se remonta a mediados de los setenta con la fascinante obra titulada The Light I, para llegar a la primera década del presente siglo con un extraordinario estudio del desnudo femenino, el de la modelo Tracy. Contaremos con destacados ejemplos de sus monumentales retratos de grupo de los años ochenta que se podrán ver en diálogo con sobresalientes paisajes de diferentes épocas.
Desde sus comienzos, Katz se interesó por el retrato clásico y su revisión contemporánea. Fue a principios de la década de 1960 cuando, influido por los nuevos medios de comunicación de masas (fotografía, cine, televisión, publicidad, cómic), empezó a pintar sus composiciones figurativas a gran escala. Frente al predominio del Expresionismo Abstracto, del que adoptó las grandes dimensiones y la composición all over que enfatizaba la superficie plana del cuadro, optó por crear un estilo figurativo que definió como “totalmente americano”. Con el Pop Art comparte aspectos como el uso de colores planos y brillantes, la preferencia por las escenas cotidianas o la transformación icónica de la imagen a través de la repetición y fragmentación de los motivos, pero frente al grafismo Katz optó por explorar la modulación lumínica.
El paisaje es el otro protagonista de las pinturas de Alex Katz desde que estudiaba arte en Maine a finales de los años cuarenta, donde empezó a observar y entender la naturaleza como un conjunto de espacio y luz en constante evolución. A lo largo de los años ha mantenido ese equilibrio inicial entre lo figurativo y lo abstracto que se puede observar en los paisajes que forman parte de este proyecto expositivo, en los que en ocasiones las formas están a punto de disolverse en manchas cromáticas de tonos uniformes aplicadas con pinceladas fluidas. Katz ha reconocido que sus imágenes son más instintivas que descriptivas, una espontaneidad que conlleva una cuidada planificación previa; sigue un complejo proceso de ejecución: minuciosos bocetos del natural que le sirven para anotar aspectos cromáticos y luminosos que desarrollará después, dibujos a carboncillo, cartones con el tamaño definitivo para definir los contornos.
Desde que pintara a su mujer Ada a finales de los cincuenta, la presencia femenina ha sido una constante en sus retratos, no sólo los de estudio sino también los ambientados al aire libre, y una buena muestra de ello son las obras que ahora mostramos en Madrid. Otro elemento recurrente en las pinturas de Katz es la incidencia de la luz sobre las superficies, con especial atención a los reflejos en el agua en el caso de los paisajes rurales. Su búsqueda de la belleza en lo que le rodea le ha llevado a centrarse en su entorno más inmediato: familiares y amigos de su círculo más cercano a los que capta tanto en el ambiente urbano del Soho neoyorquino como en la zona costera de Maine, tratando de representar el momento presente, aquí y ahora.
Aclamado como pintor de la vida moderna por sus icónicos retratos e impresionistas imágenes de paisajes, ha inspirado a diversas generaciones de artistas. A lo largo de su amplia carrera, la obra de Katz ha sido objeto de numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas y está presente en las más importantes colecciones públicas y privadas de América, Europa y Asia. El Museo Guggenheim de Nueva York le acaba de dedicar la retrospectiva Gathering, abarcando las ocho últimas décadas de su producción, previamente sus pinturas se han podido ver el Museo Thyssen – Bornemisza de Madrid y actualmente el Espace Louis Vuitton Seoul le rinde tributo. Entre sus próximos proyectos se encuentran Cool Painting esta primavera en el Museo Albertina de Viena y una muestra en Países Bajos el próximo verano.
López de la Serna, Centro de Arte Contemporáneo.(24 de febrero – 28 de julio)
Guecho, 12 B-C
28023 – Madrid