El proceso de rescate de los pecios fenicios encontrados en Mazarrón.
Resulta muy interesante este hallazgo, tanto por la época y pueblo del que tratan o lo bien conservado que está, como por el buen trabajo de todos los expertos que han participado para su prospección y su estudio, el cual ha facilitado muchas de las claves de esta civilización.
Como ya se ha visto en una investigación anterior sobre el galeón San José, queda de manera clara las distintas directrices, valores u objetivos que primaban sobre estos diferentes pecios.
En el San José primaba la mirada al pecio como una reliquia de la cual algunos pocos podían hacer expolio y sacar beneficio económico repartiéndose el famoso “tesoro” sin importar su valor histórico para toda la humanidad, ni su puesta en marcha de conservación o rescate.
Por otro lado tenemos el ejemplo de los barcos Mazarrón I y Mazarrón II, donde desde un primer momento primó hacer un plan de trabajo para su rescate y estudio y llevar a cabo las acciones mejores para los dos barcos.
He querido comentar algunas características del pueblo fenicio para entender mejor el contexto de estos barcos, para después hablar de las claves del hallazgo de estos pecios, su rescate y su puesta en valor y visibilidad.
Los fenicios
Los fenicios fueron un pueblo del Oriente Próximo en el actual Líbano, dedicado al comercio por todo el Mediterráneo. Tenían colonias en el Norte de África, las islas de Chipre, en Cerdeña, Córcega, Sicilia, Baleares hasta llegar a la península Ibérica.
Los fenicios eran tan conocidos por su comercio como por su gran dominio de la navegación y en concreto de la construcción naval. Llegaban a circunnavegar el continente africano a una velocidad media de 5 nudos. Conocían los vientos y corrientes marinas y hacían viajes de incluso meses. Se sabe que se orientaban a través de las estrellas, siendo buenos conocedores de estos astros.
Las colonias fenicias eran ciudades estado, independientes entre sí y con fuerte actividad comercial entre ellas.
Tuvieron intensas relaciones con los indígenas de los diferentes pueblos, por lo que hubo una gran mezcla cultural.
¿Qué hacían los fenicios en la península?
Se puede definir en dos partes el interés de los fenicios en la península, teniendo estas en común el comercio.
Por un lado les interesaba la creación de factorías para la pesca de atún, dado que este animal estaba considerado un manjar. Esto les llevó a crear una serie de factorías en el sur de la península y norte de Marruecos para poder pescar estos peces. En estas fábricas se alternaban los miembros de las colonias de Gadir.
Por otro lado estaban los metales preciosos como plata o plomo entre otros. Estos les interesaban para poder elaborar sus joyas. Los pueblos iberos les proporcionaban metales a los fenicios y estos los cambiaban por objetos ya manufacturados.
El comercio fenicio se desarrolló por mar. Estos minerales eran transportados en pequeños barcos de cabotaje como los de Mazarrón I y Mazarrón II hace 2700 años.
Aquí establecieron tres importantes ciudades conocidas por aquélla época como Abdera Sexi y Gadir.
Barcos fenicios en Mazarrón
El hallazgo de estos dos barcos( Mazarrón I y Mazarrón II), pero en especial el Mazarrón II, ha ayudado a comprender su técnica de construcción naval y sus rutas de comercio marítimo.
Las variaciones en las corrientes submarinas y su oleaje en los años 80 por la construcción del puerto deportivo en el pueblo, fue la clave para el descubrimiento de los dos barcos.
Mazarrón I y II
- Barco Mazarrón I del siglo VII a.C. Se puede ver en el Museo de Arqueología subacuática de Cartagena donde se encuentra además una reproducción del Mazarrón
- Barco Mazarrón II del VII a.C. se hundió a 50 metros de la costa a poco más de 3 metros de profundidad a causa de una tormenta.
Las condiciones ambientales esta vez jugaron a favor de la historia, ya que este barco quedó cubierto de algas llamadas Posidonia oceánica, típicas del Mediterráneo, junto con una capa densa de arena que lo dejaron sepultado.
De esta manera se creó de forma fortuita una tumba ha prevenido la proliferación de formas de vida marina que hubieran acabado con la madera del barco.
El Mazarrón II, transportaba 2820 tortas de litargirio, ánforas para transportar el agua dulce, molinos de mano hechos de piedra para la preparación de alimentos entre otros utensilios. Este barco era para una tripulación reducida contando con 8 metros de eslora.
Características
Gracias a la labor de todo el grupo de investigación, se sabe que el barco fenicio era íntegramente de madera. La madera del barco, ya no conserva las fibras vegetales que las unía.
Esto ha sido un gran descubrimiento con el que además se ha podido entender la técnica que emplearon los fenicios para construir este barco fue la llamada “ a casco”.
Esta consistía primero en colocar la quilla (de ciprés) a la que añadían las tracas del forro (de pino) que se unían mediante lengüetas de madera con espigas de olivo . Esta estructura la reforzaban añadiendo las cuadernas (de higuera) que se cosían hasta el exterior; los codastes de proa y popa se unían a la quilla y así la obra viva del barco quedaba terminada. Como método de impulsión utilizaron la vela atada al mástil que se ensambla en la carlinga. Este sistema era abatible y permitía recogerlo mientras estaba en el fondeadero.
Hallazgo, estudio y puesta en valor
Mazarrón I
En 1988 un equipo arqueólogo liderado por Iván Negueruela, encontró los primeros vestigios fenicios en la isla.
No fue hasta 1993 cuando comenzaron las excavaciones sistemáticas y el proyecto de investigación conocido como “barco fenicio” ( Mazarrón I), el cual duró desde el 93 hasta el 95.
Apareció fragmentado e incompleto. Únicamente se han conservado la quilla (3,98 m.), restos de cuatro cuadernas unidas a nueve fragmentos de tracas y parte de una de las bordas. La quilla se hizo de ciprés, las tracas de pino carrasco, las cuadernas de higuera y las espigas y clavijas, de olivo. El interior estaba revestido con resina. Se fecha en la segunda mitad del siglo VII a. C.
En esta primera etapa los objetivos fueron:
- Prospección sistemática exhaustiva de la bahía para que no se escapara ningún fragmento o evidencia fenicia.
- La excavación sistemática del pecio
- Extracción del barco I mediante unos sistemas de moldes de silicona que inventaron en el museo de Cartagena.
- Su estudio y posterior exhibición en un museo.
Mazarrón II
En abril de 1994, Emilio Peñelas descubrió una parte del ápice de una cuaderna de Mazarrón II, tras dedicarle semanas a este hallazgo, se dieron cuenta que era un barco más completo que el primero.
El grupo de excavación decidió cerrar el sitio y protegerlo con una caja fuerte metálica que garantizase su íntegra conservación, debido a la falta de financiación económica y recortes de los ministerios.
Finalmente su excavación comenzó en Octubre de 1999 hasta Enero del 2001.
Entre las medidas para su excavación, protección y documentación llevadas a cabo fueron:
- Excavación sistemática del barco
- Su dibujo a escala
- Evaluación inicial y montaje de la infraestructura de protección Limpieza de arena y algas para la consolidación del pecio
- Trabajos de documentación gráfica como la fotogrametría, dibujo ortogonal del casco y fotomosaico.
- Tras la campaña de documentación subacuática y tarea de registro de los objetos y planimetrías de la actuación se iniciaron los estudios de toda la información extraída. Registro del cargamento para su extracción, estudio y limpieza
- Tras el retiro del cargamento, proceso de documentación gráfica de todos los elementos constructivos del barco
Entre octubre de 1999 y enero de 2001 se procedió a la extracción y documentación del cargamento de Mazarrón II, compuesto por lingotes de mineral de plomo, un ánfora, un molino de mano, una espuerta de esparto con asa de madera, restos de cabos de esparto de diversos grosores y tipos, abarrote para la estiba y protección del casco, o su ancla, de madera y plomo.
En cuanto al cargamento, esta embarcación se corresponde con lo que Brown denomina de tipo primario, en la que un solo mineral ocupa todo el cargamento (Brown, 2011: 119-120). El origen del mineral cargado en el barco ha sido confirmado por los análisis de isótopos de plomo que lo vinculan a la zona minera de Cartagena-Mazarrón.
En el año 2019 se presentó un informe donde se advertía de que la estructura metálica que protegía el pecio, estaba tan solo a unos milímetros de tocar el pecio debido a las corrientes de arena.
Sin embargo la Comisión Científica del Seguimiento del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, que asesora a Cultura, decidió que se requerían más estudios para llevar a cabo una decisión definitiva.
Al día de hoy …
Al día de hoy el pecio sigue in situ en el fondo del mar, protegido por la coraza metálica, para evitar su expolio o su deterioro por el oleaje, pero el Ministerio de Cultura y Deporte junto con la Región de Murcia, han anunciado que se realizará su extracción en los primeros meses de este año 2023.
Se ha realizado una reunión de expertos sobre la extracción y restauración de pecios, con el objetivo de sentar unas bases para comenzar a trabajar en la extracción de este barco.
De momento el contenido o mercancía del barco es lo único que se ha extraído para su estudio y restauración.
Desde el descubrimiento de estos dos pecios, tanto el Ayuntamiento de Mazarrón, como el Museo de Cartagena o el Ministerio, han estado organizando jornadas informativas, reuniones, y haciendo entre un grupo multidisciplinar el mejor plan de intervención para este segundo pecio.
Por ejemplo, el ayuntamiento de Mazarrón organizó jornadas de comisión del Mazarrón II en 2013, donde se exponía mayor parte de la información del rescate e historia del pecio.
En el 2018 la Comisión del Barco Fenicio de Mazarrón cerró en 2018 la fase de estudio con la publicación de un libro dedicado al pecio. La publicación se llama “Mazarrón II”.
Recoge las actas de cada una de las sesiones que se han llevado a cabo en torno a este patrimonio arqueológico que atesora el municipio. El libro se convertirá en un valioso elemento de consulta para investigadores, estudiosos y ciudadanía en general.
En el 2021 la comisión científica formada por el Ministerio y la Región de Murcia aprobó la salida del mar del pecio.
Todavía no se ha concretado cuál será el emplazamiento final del barco pero las labores de conservación y restauración las están llevando a cabo en el laboratorio del ARQUA.
Por otro lado el ayuntamiento de Mazarrón ha dado varias ruedas de prensa como por ejemplo la del 2022 donde expresaba su propuesta de traer al barco Mazarrón II a la localidad con el fin de construir un museo para su exhibición y conservación, después de haber sido estudiado donde se haga además un control de mantenimiento.
Para ello ha realizado una campaña de firmas en change.org para este cumplir este cometido.
El plan de trabajo que en su día aprobó la Consejería de Cultura de Murcia, firmado por el arqueólogo Carlos de Juan, preveía el desmontaje del casco de la embarcación en ocho secciones siguiendo “las líneas de fractura conocidas y las juntas arquitectónicas”. Este investigador llamó la atención sobre el riesgo de acometer la extracción en un solo bloque ante el estado de conservación en el que se encuentra el pecio.
Los especialistas están llegando a varias conclusiones a partir de nuevos datos y la reinterpretación de los que tienen. Una de las hipótesis es de que podría tratarse de un barco construido en el levante de la península, en algún astillero próximo a la zona del naufragio. Este hecho estaría validando la existencia de una tradición constructiva ibérica en el Periodo Arcaico, combinando conocimientos locales y de influencia fenicia.
Valoración personal
El Mazarrón II es el barco completo más antiguo encontrado hasta ahora en el mundo. Este barco tiene mucho valor por la singularidad de la época a la que pertenece donde los restos conservados son muy escasos.
Además es una clave más para conocer las técnicas de construcción naval de este pueblo y las vías marítimas de comercio que hacían estos.
Se le ha dado la puesta en valor que merece, donde tanto el ayuntamiento del pueblo, como el ministerio de Cultura, el museo ARQUA, la UNESCO y todos los expertos que se han involucrado en este rescate, han optado por los mejores métodos de prospección o rescate. Desde el principio han prevalecido intereses científicos, donde el valor social e histórico han prevalecido y han alejado toda sospecha de intereses económicos o cazatesoros, como ha ocurrido en otros casos.
Para terminar, me parece oportuno decir que una vez hayan estudiado el pecio, se pueda exponer en un museo lo más cercano al lugar donde se halló y donde ha permanecido tanto tiempo. Por lo tanto estoy de acuerdo con el ayuntamiento de Mazarrón en cuanto a la idea de construir un Museo- Auditorio donde se garantice su buena conservación y se le dé vida a este barco fenicio.
Quiero manifestar también la buena metodología que se ha utilizado, y el apoyo de todas las instituciones relacionadas con el patrimonio arqueológico subacuático que han intervenido.
En definitiva, el barco 2 de Mazarrón resulta de especial relevancia por su valor como documento inestimable para el conocimiento de la construcción naval en los primeros años del siglo VI a. C. Igualmente significativo resulta por ser testimonio de un comercio que involucra a un producto, el litargirio, en principio considerado simplemente producto de deshecho de la copelación de la plata, pero que, las últimas investigaciones muestran como un producto de especial importancia, con un comercio muy desarrollado, que implica una importante estructura comercial para llevar a cabo su desplazamiento y comercialización.
(c) Artículo escrito por María Isabel Fernández Ramírez para el Curso de Patrimonio Arqueológico Subacuático del Centro de Posgrado Liceus
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