Título: Anatomía del reconocimiento. Noventa y cinco textos del Fénix
Autor: Ismael López Martín
Introducción:
El reconocimiento, recurso literario también denominado agnición o anagnórisis, es un procedimiento mediante el cual un agonista de la obra pasa del desconocimiento al conocimiento de otro personaje, de un acontecimiento o de cualquier otro particular de la pieza a través de varias técnicas.
En cuanto a las clasificaciones cabe decir que los reconocimientos que utiliza Lope podemos clasificarlos desde tres puntos de vista (según su objeto, su procedimiento y sus consecuencias).
El objeto del reconocimiento es el elemento o personaje que es o debe ser reconocido, y dependiendo de su naturaleza presenta unas tipologías u otras. Dentro de esta categoría Lope continúa la tradición y confiere una importancia mayor a las que se denominamos anagnórisis personales, es decir, aquellas que se refieren a la identidad (donde se ha constatado un elevado uso de la técnica del disfraz), al origen social y familiar y a las circunstancias que rodean la vida de un personaje en todos sus aspectos, desde la posibilidad de que esté vivo o incluso muerto y este particular sea ignoto para algunos agonistas hasta las cualidades de las que es garante un personaje o su confesión religiosa.
Los sucesos también pueden ser reconocidos, son las anagnórisis incidentales, y Lope las emplea para referirse a incidentes reales, fingidos o futuros.
Las simbólicas, por su parte, no parecen ser del gusto de Lope, ya que las emplea en muy pocos casos.
Por su parte, solo encontramos dos procedimientos para categorizas la agnición: la verbal y la no verbal. El dramaturgo es consciente de que la anagnórisis no está limitada a llevarse a cabo a través de un solo procedimiento, como una revelación, sino que la lectura de una carta, un gesto o la referencia que evoca un símbolo también se identifican con el espíritu de una agnición. Lope utiliza de un modo abrumador el tipo oral (frente a la versión escrita) de las agniciones verbales, donde encontramos modelos como la conversación o diálogo, la revelación, el aparte, la confesión, la deducción, el monólogo, el soliloquio o, incluso, la involuntariedad.
La última clasificación se refiere a las consecuencias de los reconocimientos. Hemos apreciado que Lope presta especial atención a tres factores decisivos en los resultados o efectos de las agniciones: el clímax, la intención y el público.
En cuanto al primero de los constituyentes, el clímax, del estudio de los textos lopescos inferimos dos grandes modelos de anagnórisis, la climática y la anticlimática.
El segundo parámetro concita las anagnórisis intencionales, que dependen de la voluntad del poeta, ya que su resultado será un cambio en la acción o una modificación en la actitud de uno o varios agonistas, especialmente los afectados por la agnición.
El papel del público queda bien definido en las anagnórisis pragmáticas, que demuestran que el Fénix siempre estuvo muy preocupado por que el auditorio asumiera un papel protagonista en la representación de sus comedias.
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