Simbolismo: Gustave Klimt
RESUMEN
Entre la década de 1880 y los primeros años del siglo XX, se desarrolla una amplia corriente artística internacional conocida como simbolismo. Participaron por igual escritores, músicos, pensadores, pintores y escultores, todos unidos por el común objetivo de enfrentarse al materialismo y al positivismo, representado sobre todo por el impresionismo y el naturalismo, reinantes durante la segunda mitad del siglo XIX. Su nombre viene dado por el manifiesto “El simbolismo”, publicado en 1886 en el periódico Fígaro litteraire por el poeta francés Jean Moréas.
El simbolismo aboga por la supremacía de la imaginación y la subjetividad del artista -el inconsciente contra la razón-, creando obras de arte que trascendiesen su interpretación unilateral como representación de una percepción pura de la realidad, en contra de las teorías materialistas sobre la comprensión exacta y científica de la naturaleza y la sociedad. Su ideario era muy escéptico contra el progreso científico-técnico, eran muy idealistas, incluyendo cierta religiosidad; su originalidad no estriba en la técnica, sino en el contenido.
Ponían en duda la existencia de una realidad objetiva, o al menos la posibilidad de poder percibirla por los sentidos y reproducirla de una manera fiable. Entendían como un “símbolo” que remite indirectamente a lo figurado lo entendido por los sentidos o lo que es representado como imagen artística. Un artículo publicado en 1888 explica la nueva tendencia: “La representación de la naturaleza en la literatura y en la pintura es una ilusión (…) por el contrario, el objetivo de la pintura y la literatura es reproducir las sensaciones y emociones provocadas por las cosas mediante los medios propios de la pintura y la literatura. Lo que se debe expresar no es la imagen, sino el carácter de lo representado. ¿Por qué se deberían indagar los miles de detalles intrascendentes captados por el ojo? Mejor sería buscar lo esencial para reproducirlo o, mejor aún, para producirlo (…) El pintor debe captar con el menor número posible de líneas y colores característicos la esencia del objeto elegido, evitando así la imitación fotográfica. El arte primitivo y popular tienen esa forma de simbolismo, igual que el arte japonés (…) Confundir la línea con el color significa que no se ha entendido las cualidades de cada uno de esos medios de expresión: la línea expresa lo permanente y el color lo momentáneo. La línea es un símbolo casi abstracto que refleja el carácter del objeto, mientras que la unidad de color condiciona la atmósfera general y el mundo de los sentimientos”.
ESQUEMA
– EL SIMBOLISMO.
– LA SECESIÓN VIENESA.
– KLIMT, UN ARTISTA DE TRANSICIÓN.
BIOGRAFÍA.
PRIMEROS TRABAJOS.
EL MUNDO FEMENINO.
RETRATOS.
LA MUJER Y EL EROTISMO.
ENCARGOS, TRABAJOS ESPECIALES.
HALL DE LA UNIVERSIDAD DE VIENA.
FRISO BEETHOVEN.
LOS MOSAICOS DEL PALACIO STOCKLET.
PAISAJES.
– BIBLIOGRAFÍA
Autor: Pablo de las Heras Utrilla
ISBN: 978-84-9714-070-6
Extensión: 28 Págs.
Otros enlaces de interés
La Palas Atenea de Gustav Klimt es solo una de las pinturas que pueden contemplarse en el Museo de Viena. Además, el museo es el propietario de la mayor compilación de dibujos hechos por Klimt: se dice que poseen 411.
Antonia Magro –
Me parece un Pintor excepcional mostrando las emociones en un lienzo.