Amiano Marcelino
RESUMEN
El mejor de los historiadores de la última etapa de la historiografía pagana latina es un autor cuya lengua madre era el griego. Una figura poderosa, digno sucesor de su modelo Tácito, al final cronológico de cuyas Historiae liga sus Res Gestae, de ideología tradicional y pesimista juicio, cuyo relato, propio de un “soldado y un griego”, como se autodefine en el epílogo, encierra en una compleja formulación expresiva que debe tanto a su educación retórica y lengua materna, como a su rico pensamiento y su amarga visión del acerbo presente que le ha tocado vivir. No es fácil, en unas líneas y sin poder hacer uso abundante de su rico y sugestivo texto, hacer justicia a su intensa y original obra que presenta importantes novedades conceptuales, estructurales y estilísticas respecto a sus predecesores.
Indicaciones externas sobre su vida y obra quedan pocas y discutidas; dos epístolas: una de Libanio (1063, t. XI, R. Forster, ed. Teubner), del 392, que las ediciones suelen incluir (Galletier-Fontaine, 1968, p. 13); y otra de Símaco (IX 110, ed. Seeck, MGH, AA 6,1, 1883), a cuyo destinatario Alan Cameron (1964, 15-18) rechazaba identificar con el autor de las Res Gestae. El problema de la de Libanio radica también en aceptar que el ‘Marcelino de Antioquía’ mencionado es el historiador. Tras las dudas expresadas por prestigiosos autores —resumidas y analizadas por Timothy D. Barnes (1998, 54-64)—, hoy no puede asegurarse que ‘naciera’ en Antioquía, la hermosa y culta ciudad, residencia imperial durante largas temporadas por su situación, especialmente idónea para las frecuentes salidas y retiradas de la armada en sus campañas contra los partos—, que lo recibiría tras el desastre de Amida, que veremos. “En Siria o Fenicia”, concluye, genéricamente, el gran investigador.
ISBN: 978-84-9822-336-1
Autora: Isabel Moreno Ferrero
Extensión: 38 págs.
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