Arte árabe Español III
RESUMEN
El Urbanismo Hispanomusulman.
El panorama urbanístico que encuentra el Islam en la península a su llegada es auténticamente desolador. Paulatinamente se había ido produciendo una inevitable decadencia de la ciudad, se había ido perdiendo la organización que regía a la ciudad visigoda, y los nuevos habitantes se encontraron el “campo libre” para crear sus ciudades, unas veces de nueva fundación y otras sobre terrenos romanos o godos.
Frente a lo que se había realizado en ciudades como Bagdad, en las que se pretendía llegar a la perfección incluso creándose un concepto ideal del urbanismo, la ciudad hispanomusulmana adquiere otra concepción. La aglomeración de población hizo cambiar la imagen de ciudad romana que se tenía, los musulmanes impusieron una nueva forma de urbanismo desconocida hasta entonces en Occidente, una forma basada en la casi total ausencia de normas; la ciudad crece según los deseos de los habitantes sin más límite que el respeto al vecino.
El entramado urbano se convierte en una “tela de araña” en torno al centro comercial, el zoco, muy relacionado, por su proximidad, con la mezquita De él parten calles sin salida, angostas y laberínticas. La actividad de la ciudad giraba en torno a estos zocos, que con sus tiendas, talleres y almacenes creaban un conjunto arquitectónico pobre, una amalgama de construcciones todas ellas semejantes en forma y calidad. Los amplios espacios y grandes vías que encontrábamos en la ciudad romana desaparecen en favor de una organización por barrios en función de reunir en sitios concretos a los diversos artesanos, estos arrabales constituían la verdadera estructura urbana; la ciudad se convierte en un apretado entramado urbano que no deja hueco a espacios libres ni plazas. Sobre todo son las calles de segundo y tercer orden las de trazado más irregular al ir ramificándose entre las manzanas de casas con bastante indisciplina. Frente al urbanismo que seguían las ciudades romanas, en el que el sentido de la ortogonalidad era el que primaba, la ciudad hispanomusulmana sólo dejará ejemplos de rectitud y disciplina urbana en casos muy concretos y escasos, por ejemplo en Madinat al-Zahra, en el patio de los leones de la Alhambra, y en la distribución de algunos patios ajardinados. Además, en las ciudades árabes, el trazado anterior no desaparecía instantáneamente tras la conquista, algunos aspectos pervivían en el tiempo, así las vías principales de períodos anteriores que arrancaban de las puertas de las murallas seguirán existiendo en este nuevo trazado; por otra parte se ha de tener en cuenta otro factor más, el hecho, ya comentado, de que los nuevos edificios árabes se levantaban en el espacio que en épocas anteriores habían ocupado construcciones preislámicas, y que en éstas solían desembocar las principales calles, por tanto es lógico pensar que en algunos lugares se conservara la calle principal del período anterior, casos como Córdoba, Sevilla y Toledo.
ISBN: 978-84-9714-060-7
Autora: Rosario Ros Larena
Extensión: 15 Págs.
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