El Imperio Medio. XI y XII Dinastías ( 2119 – 1793 a.C. ).
RESUMEN
Superado el largo período que vivió Egipto durante el llamado I Período Intermedio (2216-2020 a.C.), la ciudad de Tebas (Alto Egipto) se impuso sobre los poderosos monarcas del Valle del Nilo que se habían convertido en reyezuelos independientes dentro de sus territorios. Con el advenimiento al trono de Mentuhotep II se consolidó la XI dinastía (2119-1976 a.C.) bajo la cual Egipto conoció un nuevo período de unificación. Le siguió la XII dinastía (1976-1793 a.C.) en la que alternaron los poderosos ‘Amenemhats’ y ‘Sesostris’ que fijaron su residencia en las riberas de la Laguna de El Fayun, en cuyas proximidades levantaron sus pirámides, de menores pro-porciones que las de sus antecesores y de materiales tan deleznables que, en muchos de los casos, sólo queda de dichas construcciones simples amasijos de escombros.
En los últimos años de la VI dinastía, como ya se ha apuntado, Egipto se sumió en una rui- na tan terrible que, en ciudades como Menfis, llegaron a producirse casos de canibalismo. Las normas brutales de la supervivencia impusieron en el país la ley del más fuerte. Unos nomos se defendieron mejor que otros, y, de entre ellos, el de Tebas, con el tiempo, se perfiló como el único capaz de intentar la difícil misión de la unificación.
Este largo período de crisis supuso para Egipto la disolución total del poderoso sistema político y religioso que había crecido y prosperado a partir del momento mismo de su unificación, allá en torno al año 3000 a.C., y que de la mano de los faraones de la IV y V dinastías había proporcionado al valle del Nilo una larga etapa de seguridad y bienestar. Muestra clara de la catástrofe vivida durante el llamado Primer Período Intermedio, a falta de mejores calificativos, es la pobreza de las manifestaciones artísticas a lo largo de la crisis. En tales momentos, apenas se percibe el eco de lo que fue el estilo suntuoso, compañero y testigo de las pasadas épocas de esplendor y centralismo monárquico.
Al parecer, en Menfis se mantuvieron la VII y VIII dinastías (2216-2170 a.C.), aunque hay quien sitúa a la última en la ciudad de Abidos. Lo cierto es que los monarcas y grandes señores de la nobleza, cuya influencia ya se dejaba sentir desde la V dinastía, se convirtieron en auténticos príncipes feudales, cada vez más fuertes e independientes, al frente de sus estados.
ISBN: 978-84-9822-849-6
Autora: Pilar González Serrano
Extensión: 20 Págs.
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