Emilia Pardo Bazán
RESUMEN
Emilia Pardo Bazán (1851-1921) es una de las grandes en la literatura española del siglo XIX. Lo fue no sólo por su narrativa fecunda sino por su intensa labor pedagógica y didáctica que corresponde a su espíritu enciclopedista. Desde muy joven escribió y discursó sobre temas científicos, musicales, astronómicos, filosóficos e históricos, pero fue su apuesta por introducir en España el Naturalismo francés, la que le hizo estar en la cresta de una ola que a veces la zarandeó violentamente.
La Cuestión Palpitante, es el título genérico de una serie de 20 artículos sobre literatura publicados en el diario La Época a lo largo de 1882. Produjeron un debate en España de proporciones insospechadas. El fondo de la cuestión era la necesidad de transitar hacia los postulados científicos que surgían en Europa y que ponían contra las cuerdas a los criterios religiosos y sociales de un tiempo a punto de liquidarse.
Su espíritu adelantado y su fertilidad literaria produjo un ingente material; Entre sus novelas, Los Pazos de Ulloa, La Madre Naturaleza y la Quimera marcan los períodos de inflexión entre el Realismo, el Naturalismo y un posterior idealismo. Más de 500 cuentos junto con miles de artículos escritos para ser comprendidos, son magníficas estampas de color y gracia.
Emilia Pardo Bazán nació el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña, ciudad que será su Marineda literaria, tal y como fue la Vetusta de Clarín. Fue hija única en una familia aristócrata. Su padre, José Pardo Bazán, que había sido un firme defensor del carlismo, terminó siendo diputado en Cortes por el partido progresista de su amigo Salustiano Olózaga.
Se educó en Madrid, en un colegio francés, por lo que accedió a los autores franceses en directo, pero, según sus propias confesiones, su cultura fue autodidacta. Se la podría considerar como una niña precoz, pues su avidez por la lectura comenzó a los 4 años. Devoraba los volúmenes de la biblioteca paterna y todo aquello que caía en sus manos: “(..) Temo que parezca exageración si digo que a los 4 años leía de corrido. Siempre había sido yo de esas niñas que leen todo lo que les cae por banda, hasta los papeles de envolver azucarillos; de esas niñas a quienes se les da un libro y se están quietecitas en una silla y sin hacer diabluras horas enteras”. Así nos lo cuenta en el prólogo a la primera edición de su novela Los Pazos de Ulloa. En este largo prólogo, escrito en 1886, a modo de una pequeña autobiografía, asegura que figuraron entre sus primeras lecturas infantiles, la Biblia, el Quijote o La Iliada y que disfrutaba y se regocijaba desde muy pequeña con los dramas románticos de Zorrilla, al que considera el rey de la melodía, y de Víctor Hugo.
ISBN: 978-84-96479-51-7
Autora: Carmen Mejías Bonilla
Extensión: 23 págs.
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