La historiografía, la crítica y el pensamiento literario en el siglo XVIII
RESUMEN
En el siglo XVIII los estudios literarios adquirieron una enorme relevancia. Proliferan en aquella época los tratados de retórica y poética, las obras de erudición y crítica, los manuales e historias de la literatura, las bibliografías y una multitud de ensayos, reflexiones y comentarios que se escriben no sólo con la finalidad de ofrecer una idea de lo que es, fue o debería ser la literatura, sino sobre todo con un denodado afán por mostrar racional y críticamente sus méritos y valores. Dos hechos resultaron a este respecto determinantes: de un lado, la significación pública que adquirió la literatura; de otro, la irrupción en la cultura europea de los principios de la ciencia moderna y su adopción por parte del movimiento ilustrado.
Cuando los reformadores de las letras y de la sociedad atribuyen a la literatura poder para transformar las civilizaciones y capacidad para contribuir al progreso intelectual y político de los estados, su conocimiento se hace necesario para saber qué principios deben regir la creación literaria, qué autores resultan decisivos en su discurrir histórico, qué obras lo constituyen y con qué criterios deben juzgarse. Y así, en España como en Europa, se deja sentir el influjo de quienes como Hume, Voltaire, Descartes, Bacon, Locke o Leibniz se preocupan por analizar, ordenar y sistematizar el conocimiento a partir de la aplicación a las ciencias del espíritu de nuevos métodos de indagación.
La historia literaria, la filología, la crítica y la bibliografía, como la ciencia en general, huyen del dogmatismo escolástico característico de etapas anteriores. El interés por inventariar la literatura, editarla o historiarla debe hacerse siguiendo procedimientos contrarios a los sistemas silogísticos propios de un aristotelismo ya caduco. La ausencia de explicaciones lógicas en los tradicionales corpus de preceptiva, la falta de visión crítica en las historias literarias y, en definitiva, el uso de la erudición y la imposición de la autoridad como únicos fundamentos metodológicos y epistemológicos fueron sustituidos por un sentido crítico más riguroso basado en la primacía de la observación y la experimentación. La comprobación empírica mediante el hallazgo documental o la demostración racional, que tan presente está en los estudios históricos, alcanza así el dominio de lo literario.
ESQUEMA
1. Introducción.
2. La historia de la literatura:
2.1. Las historias del teatro.
2.2. Las historias de la poesía.
3. Las antologías.
4. Las bibliotecas y los repertorios bibliográficos.
5. La crítica y la prensa periódica.
ISBN: 978-84-9822-123-7
Autora: María José Rodríguez Sánchez de León
Extensión: 24 págs.
OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS
Un nuevo género literario: el periodismo
Historia Moderna: Política exterior del Siglo XVIII
Valoraciones
No hay valoraciones aún.