Las armas de Aquiles
RESUMEN
El presente trabajo está centrado en el armamento de Aquiles según el relato de la Ilíada. En él estudiaremos el mito y su plasmación en las artes, lo que nos permitirá aproximarnos, de forma sucinta y siempre desde el punto de vista iconográfico, al armamento griego, parangonando la iconografía con algunas piezas arqueológicas bien conocidas.
Aquiles es un héroe guerrero, cuya iconografía ha sido muy prodigada en todos los tiempos, quizás porque a pesar de su naturaleza semidivina, es el más humano de todos los héroes helenos. En la Antigüedad, especialmente en el arte griego, su imagen estuvo asociada al combate y a la guerra: la cerámica griega lo presenta unas veces ataviado como un hoplita y, en otras ocasiones, desnudo en el combate, es decir, atendiendo a su carácter heroico propiamente dicho (aunque en tales circunstancias puede conservar su yelmo, su espada, su lanza y su escudo).
Como es sabido, era hijo de una diosa, sobrehumano e invulnerable, salvo por su talón. Sus armas, según las describen los textos clásicos, eran maravillosas, ya que habían sido forjadas por el mismo Hefesto. La primera armadura del héroe fue un regalo que el dios herrero hiciera a su padre, Peleo, con motivo de los esponsales de éste con la nereida Tetis. Y esa divina protección era la que vestía Patroclo cuando cayó ante Héctor, y pasó a ser uno de los más conspicuos trofeos conseguidos por el ejército troyano.
Aunque Aquiles permanecía invicto, había sido despojado de sus armas por el ejército troyano. Esto movió a Tetis a visitar a Hefesto para que fabricara unas armas nuevas para su amado hijo, como se describe en el decimoctavo canto de la Iliada, con especial atención a la descripción de los pormenores del escudo (Ilíada, XVIII, 479-605).
ISBN: 978-84-9822-969-1
Autora: María Isabel Rodríguez López
Extensión: 22 Págs.
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