Mentalidad y vida cotidiana en la España Moderna
RESUMEN
Nuestros antepasados de los siglos XVI al XVIII vivían atribulados por una existencia precaria y el peso de la tradición heredada de generaciones anteriores. En este sentido, como en tantos otros, las ideas sobre la vida y la muerte o el Mas Allá son una abigarrada mezcolanza entre elementos medievales y modernos. Además, pese a que la mentalidad de la sociedad evoluciona más lentamente que la vida material cotidiana, gestos, palabras, modas y modos adquieren nuevos matices a cada paso e incluso las comunidades rurales se muestran permeables a novedades, noticias, rumores y cambios de conducta.
Las autoridades civiles y religiosas impulsan la ortodoxia, auspiciando el mantenimiento en última instancia de todo aquello que consolide su poder y mantenga el frágil equilibrio estamental. Mientras tanto, el pueblo sigue aferrado a costumbres heterodoxas, a usos ancestrales que impregnan desde su gastronomía o su conocimiento de las plantas curativas, a su sistema de trabajo, pasando por sus prejuicios culturales, sus diversiones y sus oraciones diarias. Cultura material, mundo inmaterial y pensamiento se entrelazan hasta mostrarnos un caleidoscopio de conductas aceptadas y desórdenes de todo tipo que conforman el teatro en el que parece desarrollarse el día a día en la Modernidad. Un tiempo en el cuál cada uno sabía cómo comportarse y qué se esperaba de él, pero también donde algunos deciden modificar el guión que se suponía había escrito Dios y estaba perpetuado de manera interesada por los grupos de poder: Iglesia, autoridades civiles y oligarquías.
El ciclo de la vida transcurre inexorable para todos. Los partos son traumáticos para las jóvenes madres, que suelen elegir el hogar paterno para alumbrar a sus hijos; la mortalidad perinatal es tremenda (alrededor de un tercio mueren) y suponemos que, durante las malas coyunturas, el infanticidio femenino sería un hecho. Fray Luis de Granada recoge, aunque desde unos planteamientos misóginos, las tribulaciones de las parturientas en dicho trance: “¿Qué cosa [hay] más miserable que ver parir una mujer? ¡Qué dolores tan agudos! ¡Qué vueltas! ¡Qué vaivenes tan peligrosos! ¡Qué aullidos y qué gritos tan lastimeros!”. En todo caso, los abortos espontáneos o voluntarios, así como la muerte de bebés, sobre todo de los no queridos o inoportunos, eran tan habituales que tales sucesos se habían desdramatizado para unas gentes acostumbradas a la adversidad.
ISBN: 978-84-96447-23-3
Autor: Miguel F. Gómez Vozmediano
Extensión: 26 Págs.
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