Los Orígenes del Arte del Siglo XX
RESUMEN
La trayectoria de la historiografía del arte está llena de contradicciones que se acentúan más y más a medida que nos acercamos a la época en que vivimos. A la vez que se intenta sistematizar las experiencias artísticas, agrupar, desagrupar, ordenar de la manera que sea, buscar líneas hereditarias que nos muestren la razón de ser de determinadas manifestaciones y comportamientos, se defiende la idea de que la historia del arte, y en especial la del arte contemporáneo, no encaja en una plantilla determinada y compartimentada que nos permita clasificar, tramo por tramo, a los artistas, a las obras, a los conceptos e ideas que forman el conjunto del arte del siglo XX. Porque nada aparece o desaparece en un segundo, en un día o en un año, toda manifestación artística tiene su devenir lento y su desaparición pausada que sólo la memoria histórica del individuo puede eliminar o mantener, enterrar o rescatar.
Sin embargo, porque en el último siglo los sucesos artísticos han aumentado su número de manera considerable y porque ante tal acumulación de hechos se hace más necesario establecer un discurso claro que responda al cómo, al cuándo y al por qué de las cosas, revisar aquí la historia del arte del siglo XX debe ser un ejercicio pedagógico sencillo, no por ello carente de rigor, para que el complejo mundo del arte que a lo largo del siglo pasado se ha ido tejiendo pueda ser conocido y comprendido por el mayor número de personas; y para que las delimitaciones que de ahora en adelante vamos a ir marcando configuren un panorama más lógico y racional ante el aparente desbordamiento que el arte del siglo XX ha provocado.
El arte del siglo XX está indiscutiblemente unido al avance industrial y a la modernización de la sociedad. Los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX presencian un fluir vertiginoso de ideas, inventos, imágenes y sucesos, de manera que cualquier parcela de la vida queda inmediatamente contaminada por esas nuevas experiencias, y, por supuesto, el arte entra de lleno en el entramado de la modernidad y el desarrollo, participando de él pero también haciendo sustanciales aportaciones al nacimiento y crecimiento de nuevas corrientes culturales.
La Revolución Industrial, totalmente establecida a finales del siglo XIX, comienza a dar paso a la revolución tecnológica que se presenta como uno de los factores más influyentes en el desarrollo histórico del siglo XX. La presencia de la máquina, hacia 1900, es un hecho que la sociedad acepta con normalidad y los avances técnicos forman parte de la vida cotidiana. Avances todos ellos que provocan en la sociedad admiración y fascinación (no exentos de cierto recelo y vértigo) y, ante todo, un ansia de experimentación y conocimiento del que no quedan al margen los artistas. (Enlace a cuadro cronológico de avances técnicos más significativos).
Autora: Inmaculada Corcho Gómez
ISBN: 978-84-9714-071-3
Extensión: 21 Págs.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.