El teatro musical en España. Zarzuela y género chico.
RESUMEN
El teatro musical en España se observa como la historia de un devenir que, al igual que en el resto de Europa, ha dependido durante siglos de su referente y homólogo el teatro musical italiano. Sin embargo desde la segunda mitad del Siglo XIX y hasta la mitad del Siglo XX, la zarzuela, el género chico y otras variantes de la escena lírica tomaron cuerpo en nuestra sociedad y consiguieron calar en la sensibilidad popular. Esto constituyó una afirmación artística que ha dado como resultado el que se cuente con un repertorio de títulos de teatro musical que en la actualidad constituyen un legado rico y particular en la historia de la música escénica de habla hispana. El conocimiento de su génesis y evolución, así como de su contenido y autores se hace indispensable para la pervivencia de dicho legado y constituye el objetivo de este artículo.
El teatro musical en España llega de la mano de Lope de Vega con su obra La selva sin amor, estrenada en el teatro de Palacio en 1629. Se trata de la primera obra escénica totalmente cantada de la que existe documentación suficiente. Lope la define como égloga pastoral cantada y se desconoce el compositor de la partitura. La parte plástica correspondió al escenógrafo florentino Cosme Loti, que se encargó desde entonces de organizar las fiestas de palacio y que permaneció cumpliendo esta función hasta su muerte acaecida en 1643. El propio Lope informa que “era cosa nueva” en España, lo que hace suponer que la práctica del teatro musical no estaba extendida en la corte ni en los círculos de poder en la primera mitad del siglo XVII.
Esto no debe conducir al error de que en el teatro era la primera vez que se incorporaba la música, ya que sucedía todo lo contrario. Habría que remontarse a los dramas litúrgicos, los autos y misterios de la Edad Media para comprobar la importancia que ya tenían las partes cantadas en dichos espectáculos. Dentro del teatro secular se toma como referencia histórica precisa el estudio de la estructura de las églogas del padre del teatro español, Juan del Encina, donde se observa que el villancico, las cantigas y posteriormente la folía constituían parte esencial de su forma. Esto se observa igualmente en la obra de Lucas Fernández, Gil Vicente, Torres Naharro, Diego Sánchez de Badajoz, Juan de Avendaño o Juan de Timoneda entre otros, por no citar a Lope de Rueda que tratándose de comediante, autor y poeta de la legua, es decir itinerante, las partes cantadas o bailadas que introducía en sus pasos y comedias carecían de acompañamiento musical complejo, teniendo que ser cantadas a capella o con una simple vihuela, con pandereta y tambor para la danza.
ISBN: 978-84-96447-28-8
Autor: Juan José Granda Marín
Extensión: 39 Págs.
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