Inauguración de la exposición Berenice Abbott. Retratos de la modernidad, el martes, 19 de febrero, a las 10.30 horas en Fundación MAPFRE Casa Garriga Nogués, Carrer de la Diputació, 250, Barcelona.
La muestra propone un exhaustivo recorrido por la trayectoria de esta fotógrafa estadounidense, cuyo trabajo se ha convertido en uno de los más cautivadores de la fotografía norteamericana de la primera mitad del siglo XX y actúa de puente entre los círculos culturales de vanguardia de París y de Nueva York de los años 1920 y 1930.
Producida por Fundación MAPFRE es la mayor retrospectiva de Berenice Abbott que se organiza en España con fondos de época procedentes de algunas de las más importantes colecciones estadounidenses como The New York Public Library (Nueva York), el George Eastman Museum (Rochester, Nueva York), la Howard Greenberg Gallery (Nueva York), el International Center of Photography (Nueva York), el MIT Museum (Cambridge, Massachusetts) y el Museum of the City of New York (Nueva York).
En la presentación participarán la comisaria de la exposición, Estrella de Diego, catedrática de Arte Contemporáneo en la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y Nadia Arroyo, directora de Cultura de Fundación MAPFRE.
La idea de modernidad invade todo el trabajo de Berenice Abbott, desde sus retratos de los artistas e intelectuales más vanguardistas del momento y sus asombrosas vistas de la ciudad de Nueva York –que integran su proyecto Changing New York–, hasta sus fotografías de tema científico en las que retrata los resultados de diversos fenómenos y experimentos. Es también un reflejo de la modernidad de la propia Abbott, de su carácter vanguardista y de su gran habilidad para identificar y retratar los cambios de su entorno. En conjunto, sus fotografías constituyen un excepcional retrato de la modernidad del nuevo siglo, idea sobre la que se asienta la presente exposición.
Además, abordar una muestra de Abbott en el año 2019 exige revisar la noción misma de «documento», de «fotografía artística» y de «autobiografía». Y es que, aunque la intención de la fotógrafa de huir de los supuestos artificios del arte es palpable en sus imágenes, el resultado visual es tan rico y diverso que dificulta categorizarlas bajo el adjetivo documental, e incluso obliga a enfrentar la imposibilidad última de una «fotografía documental» sin fisuras.
Su figura es, por otra parte, esencial en la valorización de la obra de Eugène Atget. Cuando los dos se conocen en París hacia mediados de la década de 1920, Abbott queda impresionada por su obra; las cualidades que –como pocos– es capaz de percibir en ella le inspiran desde el principio un profundo respeto por el fotógrafo francés y le proporcionan, además, un importante referente en el que volcar sus aspiraciones como fotógrafa: una fotografía que, pese a querer mantenerse al margen de las pretensiones artísticas, es mucho más que documento.
Tras la muerte de Atget en 1927, Abbott compra todo su archivo personal. Durante varias décadas se dedicará a promocionarlo con devoción y éxito y a alentar el coleccionismo de su obra en los Estados Unidos, convirtiéndose en figura clave para la fortuna crítica e historiográfica del legado del fotógrafo.
La presente exposición recorre la trayectoria de Berenice Abbott a través de casi doscientas fotografías de época agrupadas en tres secciones temáticas. Ofrece también una pequeña muestra de la obra de Eugène Atget, con once de sus fotografías, positivadas por la propia Abbott en 1956.
Producida por Fundación MAPFRE y comisariada por Estrella de Diego, catedrática de Arte Contemporáneo en la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, es la mayor retrospectiva de Berenice Abbott que se organiza en España, con fondos de época procedentes de algunas de las más importantes colecciones estadounidenses: The New York Public Library (Nueva York), el George Eastman Museum (Rochester, Nueva York), la Howard Greenberg Gallery (Nueva York), el International Center of Photography (Nueva York), el MIT Museum (Cambridge, Massachusetts) y el Museum of the City of New York (Nueva York).
La exposición se presenta acompañada de un catálogo editado por Fundación MAPFRE disponible en castellano, catalán e inglés, con textos de Estrella de Diego, de Gary Van Zante, conservador de Arquitectura, Diseño y Fotografía en el MIT Museum, y de la novelista afincada en Nueva York Cara Hoffman.
Tras su paso por Barcelona, la exposición se podrá ver en la Sala Recoletos de Fundación MAPFRE en Madrid (del 1 de junio al 25 de agosto de 2019). El jueves 30 de mayo, a las 10.30 horas, se celebrará en el Auditorio de Fundación MAPFRE (Paseo del Recoletos, 23) una rueda de prensa para presentar la exposición Berenice Abbott. Retratos de la modernidad que se incluye en la sección oficial de PHotoESPAÑA 2019.
BERENICE ABBOTT.
Berenice Abbott (Springfield, Ohio, 1898-Monson, Maine, 1991) comienza sus estudios universitarios en 1917 en la Ohio State University con la intención de convertirse en periodista. Solo permanece allí unos meses porque en 1918 se traslada a Nueva York y se instala en el Greenwich Village, estimulante centro de encuentro de artistas e intelectuales que le facilita su primer contacto con creadores como Marcel Duchamp.
Se inicia entonces en la práctica de la escultura y apenas tres años después viaja a Europa y se instala en París, donde empieza a trabajar como ayudante en el estudio de Man Ray y descubre su verdadera vocación: la fotografía. También, a través de Man Ray conoce a Eugène Atget.
En 1926 se establece como fotógrafa independiente y sus retratos, de los artistas e intelectuales más vanguardistas del momento, adquieren pronto un gran renombre.
A su regreso a Nueva York en 1929 se embarca en la producción de su mayor corpus de trabajo: la documentación fotográfica del crecimiento de esta ciudad, hasta cierto punto inspirada en el ejemplo del París de Atget (aunque lejos de poder considerarse una mera transcripción de la obra de este).
Desarrolla este proyecto de forma independiente hasta que, en 1935, logra financiarlo con la ayuda del programa Federal Art Project, que le proporciona un contrato para trabajar a tiempo completo para la serie. Estas imágenes son publicadas en 1939 con el título Changing New York, logrando un gran éxito de crítica y ventas.
Un año antes, en 1934, comienza a dar clases en la New School for Social Research, donde se mantendrá como docente hasta 1958.
Es a finales de la década de 1950 cuando inicia otro de sus grandes proyectos: la documentación fotográfica de fenómenos científicos, en colaboración con el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Muchas de estas imágenes son profusamente utilizadas durante los años 1960 para la ilustración de libros de texto de Física.
En 1959 la asociación Professional Photographers of America la sitúa entre las diez primeras mujeres fotógrafas de su país.
A principios de la década de 1960, aquejada de dificultades respiratorias, instala un nuevo estudio en una antigua casa de postas en el estado de Maine, en la que se asentará definitivamente en 1969.
Su obra es objeto de una exposición retrospectiva en 1970 en The Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York y en 1983 se convierte en la primera fotógrafa admitida en la American Academy of Arts and Letters. En 1988 el gobierno francés la nombra Officier des Arts et Lettres y también recibe el premio Master of Photography, concedido por el International Center of Photography de Nueva York.
Fallece en Monson el 9 de diciembre de 1991.
RECORRIDO DE LA EXPOSICIÓN.
RETRATOS.
La primera sección de la muestra está integrada por algunos de sus retratos a los personajes más rompedores de la época.
Bajo su aspecto cuidado y formal se esconde algo más que una excelente fotógrafa: todos ellos dejan entrever que Berenice Abbott está construyendo un archivo, está documentando cierta tipología de lo moderno. Principalmente retrata el proyecto de vida de un grupo del que ella forma parte: el de las «nuevas mujeres», dispuestas a vivir al margen de las convenciones para salvaguardar su libertad. También los hombres muestran en sus retratos una masculinidad menos monolítica de lo acostumbrado.
Así, aunque con estos retratos Abbott busque plantear estas ciertas «tipologías», estamos ante una serie de obras de matiz claramente autobiográfico, pues la propia fotógrafa forma parte del grupo que retrata.
Asistimos ya, desde el inicio de su carrera fotográfica, a esa dualidad en la que sus obras son a un tiempo documentales, en tanto que propuestas «tipológicas» de archivo, y a la vez bellas muestras de un proyecto artístico e incluso autobiográfico.
CIUDADES
La segunda sección de la muestra recoge el deslumbrante, espectacular retrato que Berenice Abbott hace de Nueva York durante la década de 1930. Indudablemente, el ojo moderno de Abbott ha sabido percibir las posibilidades infinitas que ofrece esta ciudad para plasmar esa modernidad única de la que aún hoy es emblema. Ante su objetivo, Nueva York se convierte en un ser vivo, en un extraordinario personaje que se descubre ante sus visitantes en sus impactantes rascacielos, en el bullicio de sus calles abarrotadas, en la diversidad de lo que ofrecen sus escaparates.
Nos acerca también a algunos de sus barrios más marginales y a la realidad de personas sin techo, lo que de nuevo debe observarse como síntoma de la modernidad de una mujer que no vacila en acercarse a esta otra realidad.
Por todo ello, esta serie resulta la más notable de su producción. Es, además, testimonio de algunos lugares hoy desaparecidos así como de la construcción de otros tradicionalmente emblemáticos.
Teniendo en cuenta la fascinación de Abbott por Eugène Atget y el apoyo desinteresado que siempre dedicó a la difusión de la obra de este fotógrafo, once imágenes de él completan la presente sección en diálogo con las de la estadounidense.
CIENCIA
La tercera y última parte de la exposición concentra sus fotografías de experimentos y fenómenos científicos, en las que empieza a trabajar a finales de los años 1950 formando parte del Physical Science Study Committee (PSSC) del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Los archivos de esta prestigiosa institución custodian buena parte de estas imágenes de Berenice Abbott, y de ellos proceden las veintiocho piezas de tema científico presentes en esta muestra, préstamo del MIT Museum. Dieciséis de ellas se exponen del mismo modo en que la propia Abbott las preparó originalmente para su exposición: montadas sobre un soporte de masonita sin protección delantera.
Ante ellas asistimos una vez más a esa dualidad que recorre toda su obra: son fotografías que documentan fenómenos físicos (que, de hecho, se utilizaron para ilustrar libros de texto), pero muestran al mismo tiempo la exquisita imaginación y creatividad de Abbott. En cada una de ellas ofrece soluciones inesperadas para esa tarea de «documentar» –manejando con increíble sagacidad un juego de luces ambiguo y poderoso– que, de algún modo, nos traslada a sus antiguas imágenes de Nueva York.
De nuevo, la pura transformación ha sido identificada por el ojo moderno de Berenice Abbott y capturada por su cámara generando unas imágenes prodigiosas.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
DIRECCIÓN
Fundación MAPFRE
Casa Garriga Nogués
C/ Diputació, 250
www.fundacionmapfre.org
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