Los inicios del escepticismo: Pirrón de Elis
RESUMEN
La originalidad de un movimiento tan singular como el escepticismo nos lleva a plantear primero dos secuencias claramente explicativas: una buscar y clarificar los orígenes; otra reflexionar sobre la originalidad de esta propuesta filosófica. Así, hay que comenzar diciendo que es un hecho que el escepticismo filosófico existe, y reconocer que es un problema que sea reconocido como doctrina filosófica. De hecho ya en la antigüedad se dividían los que pensaban que era una escuela y los que no. Este aspecto nos lleva a considerarlo, razonablemente, como una actividad y no como una doctrina, ya que no puede ser una norma que obligue, sino más bien una capacidad de acción. Las consecuencias de esta afirmación son previas a cualquier intento de desvelar su significado; todo aquél que sigue este movimiento debe reconocer las propias deficiencias del mismo: dicho de otra forma, hay que poner en duda hasta la propia duda que lo sustenta, aunque no tendrá más remedio que seguir aunque sea mínimamente algunas creencias. El escepticismo no es una escuela como las demás, sino una actitud, y por eso es absurdo atribuirle un iniciador. Pero también es cierto que a pesar de mis palabras, ya en la antigüedad, el ideal escéptico, por excelencia, estaba encarnado en una figura como Pirrón de Elis. ¿Cómo podemos explicarlo?.
El escepticismo filosófico se ha convertido en una de las tradiciones más invisibles y más potentes de la historia de la filosofía. Si bien los comienzos del escepticismo son confusos, se reconocen desde los presocráticos (algunos apelan hasta al propio Homero), este movimiento no carece de un fundador por todos reconocido: Pirrón de Elis (ca. 360/5-270 a. C). La reputación de Pirrón como el fundador del movimiento escéptico no surge de ningún escrito de su mano, sino de los testimonios de otros escépticos, los cuales reconocen que encarnó mejor que nadie los principios antiguos del escepticismo. De todos los escépticos, quizá, Pirrón es el autor cuyo estudio es más necesario y más complejo a la vez. Su nombre aparece rodeado de leyenda, la mayor parte de la cual es posible que no sea verdadera. De ahí que, el recuerdo de Pirrón venga rodeado por el misterio que se revela gracias a la interpretación: por eso, las conclusiones de este libro no podrán tener un carácter absoluto, sino, básicamente, provisional.
ISBN: 978-84-9822-363-7
Autor: Ramón Román Alcalá
Extensión: 26 Págs.
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