Introducción al teatro romántico
RESUMEN
Esta Introducción sirve como apunte inicial para comprender el marco literario en el cual tiene lugar el desarrollo del teatro romántico. El paso de la Ilustración al Romanticismo se hace de una forma natural y este movimiento se asienta fundamentalmente a través del teatro. En las primeras décadas del XIX la oferta teatral es muy dispersa, pero poco a poco se va definiendo el drama romántico como verdadera expresión del sentir de la época. La transformación de los espacios teatrales -los Corrales del Príncipe y de la Cruz- contribuyen también a su éxito.
La historia, y especialmente la medieval, sirve como fuente de inspiración y en ella se reflejan los grandes ideales del romanticismo: libertad, lucha contra la tiranía, evasión de la realidad, etc. Los personajes románticos se presentan siempre como arquetipos de los ideales y la acción se encuentra enmarcada -por primera vez en la historia del teatro- en un abundante número de acotaciones precisas.
La ruptura de las normas clásicas y la libertad en el lenguaje han hecho del teatro romántico uno de los más espectaculares de la historia dramática.
Las tesis defendidas por la mayoría de los críticos en la actualidad abogan por un desarrollo evolutivo que quiebra la idea tradicional de que el romanticismo irrumpe de una forma brusca en las ideas neoclásicas y defienden que ambas corrientes se entrelazan durante varios años. De un modo natural, como en el resto de los países de Europa, algunos autores vacilan en su producción artística entre las líneas marcadas por el racionalismo dieciochesco y la ruptura de cualquier norma, como defienden los románticos.
Julián Marías (1959), en su excelente artículo sobre el romanticismo, impulsa la idea de que el romanticismo no es sólo un movimiento literario sino que se expresa en todas las manifestaciones de la vida, y especialmente en la política. Y señala que muchos de las figuras políticas de la época están impregnadas de ese espíritu romántico que es el de la libertad: Toreno, Zumalacárregui, Argüelles, Riego, Torrijos, Mariana Pineda, etc. tienen ese aire de héroe romántico que lucha contra la tiranía, venga de donde venga. Recordemos que Martínez de la Rosa fue uno de los primeros comisionados para comprar armas a Inglaterra para luchar contra Napoleón.
ISBN: 978-84-96447-69-1
Autor: Juan Francisco Peña Martín
Extensión: 26 Págs.
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