Las jarchas y la lírica de tipo tradicional
RESUMEN
Los testimonios más antiguos de poesía lírica en lengua romance los constituyen las jarchas, breves composiciones que se encuentran al final de determinados poemas en árabe o hebreo (llamados moaxajas), cuyos autores se sitúan -salvo contadísimas excepciones- entre mediados del siglo XI y finales del XII, siendo contemporáneos de los poetas latinos que figuran en los Carmina Cantabrigensia, y medio siglo anteriores a Guilhem de Peitieu, el primer trovador provenzal de nombre conocido.
Según los tratadistas árabes medievales, fueron los poetas de Al-Andalus (concretamente Muqaddam ibn Mu‘afa o Muhammad ibn Mahmud, poetas cordobeses, de Cabra, de finales del siglo IX o de principios del siglo X) los inventores de la moaxaja, término con el que designaron un tipo de oda o de canción amorosa compuesta por varias estrofas de cinco o seis versos; de estos versos, los cuatro o cinco primeros riman entre sí, mientras que el último, o los dos últimos, riman con el último o los dos últimos de las demás estrofas, constituyendo de este modo un doble juego de rimas: unas mantienen la unidad estrófica; las otras dan coherencia a la composición. Sin duda, éste era el aspecto más llamativo de la moaxaja y, de ahí derivaría su nombre, que no significa otra cosa que “adornado con un tipo de cinturón de doble vuelta”.
La denominación y la utilización en sentido metafórico de un término que designa un objeto tan suntuoso como es el citado cinturón (hecho de dos hileras de perlas y piedras preciosas) pueden dar idea de las connotaciones de lujo y rebuscamiento que caracterizan a la forma poética llamada moaxaja, fruto sólo posible en una sociedad refinada y muy próxima al “manierismo” literario.
ESQUEMA
1. Las jarchas.
1.1 Aspectos formales.
1.2 Contenido.
1.3 Estilo.
1.4 La tradición textual.
2. La lírica de tipo tradicional.
2.1 Aspectos formales.
2.1.1 El villancico.
2.1.2 La glosa.
2.2 Contenido.
2.3 Estilo.
ISBN: 978-84-9822-425-2
Autor: Carlos Alvar Ezquerra
Extensión: 25 Págs.
María Florencia Galán Pina –
Bien