Literatura catalana de los siglos XVI al XIX
RESUMEN
La literatura catalana de la Época Moderna se produjo en un marco político, económico y social absolutamente desfavorable para los intereses catalanes, desde la extinción de la dinastía autóctona hasta la aniquilación del propio Estado, la Corona de Aragón, y la imposición de los decretos de Nueva Planta, que intensificaron y aceleraron el proceso castellanizador. A pesar de ello, las principales corrientes filosóficas y estéticas se vieron también reflejadas en esta literatura, desde el influjo italiano del Renacimiento y el Manierismo o la del Barroco español, pasando por el Rococó y la Ilustración neoclásica o prerromántico, hasta la introducción del romanticismo y la recuperación lingüística y nacional conocida como “Renaixença”.
Durante la Época Moderna, los Países Catalanes vivieron inmersos en una larga y profunda crisis, producto de una variada serie de factores de tipo histórico, político, social, económico y cultural, que van desde la extinción de la dinastía catalano-aragonesa y la entronización de una dinastía forastera, la dinastía castellana de los Trastámara (1412), hasta la pérdida del propio Estado, la aniquilación de la Corona de Aragón, como corolario de la guerra de Sucesión (1705-1715).
Algunos de estos factores tienen un origen más o menos remoto, como el grave descenso demográfico ocasionado por las sucesivas epidemias de peste que se padecieron en estas tierras desde mediados del siglo XIV, la caída de Constantinopla en poder de los turcos (1453) —que afectó especialmente al comercio catalán en el Mediterráneo—, las consecuencias de la guerra civil catalana del siglo XV (1462-1472), una profunda división social en diferentes bandos, la desfavorable unión dinástica de Aragón con Castilla (1474) o la guerra de Fernando el Católico contra los payeses de remença (1483-1486). Otros factores se sumaron a los anteriormente citados dentro de este mismo período: el “descubrimiento” de América (1492) —que desplazó el eje comercial del Mediterráneo al Atlántico— y —recordemos que se trató de una empresa auspiciada por la Corona de Castilla— las limitaciones impuestas a los ciudadanos catalano-aragoneses para comerciar con el Nuevo Continente, el problema del bandolerismo de los siglos XVI y XVII, la guerra de las Germanías en el País Valenciano y las Islas Baleares (1520-1522) —que arruinó a burgueses y artesanos— , los sistemas de gobierno cada vez más absolutistas por parte de los Austrias y, especialmente, el centralismo político, administrativo y religioso instaurado a partir de la subida al trono de Felipe II (1556) —que fue debilitando las instituciones catalano-aragonesas— , la expulsión de los moriscos (1609) —que dejó sin mano de obra a la agricultura valenciana y aragonesa— o la guerra de Cataluña contra el conde-duque de Olivares (1640-1652) —que acarreó la pérdida de los condados del norte de Cataluña como consecuencia del tratado de los Pirineos (1659), los cuales serán sometidos a un riguroso programa francesizador.
ISBN: 978-84-96479-41-8
Autor: August Bover Font
Extensión: 17 págs.
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