Del medievo a la modernidad: los Reyes Católicos
RESUMEN
El reinado de los Reyes Católicos representa un momento singular en la Historia de España, tanto por la unidad territorial y dinástica que produjeron, como en el entramado institucional que legaron a sus sucesores los Habsburgo. Aunque en los proyectos de los Reyes Católicos pesaron más muchas ideas tradicionales que las de nuevo cuño -pues estamos en una época de tránsito del Medievo a la Modernidad-, demostraron la capacidad de modernizar y llevar a un mejor funcionamiento las instituciones y medios de poder -tanto en el terreno político como religioso-, para afianzar su autoridad real. A pesar de la heterogeneidad de sus reinos, ambos supieron conservar sus preeminencias. Castilla y Aragón se encontraban asociados por la unión personal de sus soberanos, con sus propias instituciones, pero con una política y una diplomacia comunes. En el aspecto puramente económico los reinos de España experimentaron en tiempos de los Reyes Católicos un importante desarrollo. En el reinado de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla se produjo una expansión territorial determinante para el futuro con la conquista de Granada, la anexión de Navarra, la conquista de las Canarias, la política italiana y norteafricana y el descubrimiento del Nuevo Mundo.
En el siglo XV tres grandes territorios conformaban la península Ibérica, además del pequeño reino de Navarra y de la todavía musulmana Granada. Al oeste Portugal, Castilla en el centro y Aragón en el este. Por su privilegiada situación entre los otros dos, y por sus características, Castilla ocupaba un lugar preeminente, aliándose con uno u otro de los estados que la rodeaban; según necesitase, podía inclinar la balanza al este o el oeste y asegurar de ese modo su hegemonía en la península y un papel de primer plano en Europa. La Corona de Castilla ocupaba la mayor parte del territorio y contaba con la población más abundante. En ella prevalecía la unidad territorial y gubernativa en torno a la Corona. A pesar de esta unidad institucional los diversos territorios que la componían tenían sus diferencias regionales. Galicia contaba con una lengua propia pero apenas tenía instituciones específicas. Asturias poseía la peculiaridad de ser señorío del príncipe heredero y de contar con la antigua capital regía, Oviedo. Hacia el este, el realengo estaba representado fundamentalmente por las cuatro villas costeras, San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo, y Castro Urdiales, todas ellas muy vinculadas económicamente a Burgos. De las tres entidades administrativas que conformaban el país vasco, esto es el señorío de Vizcaya, la provincia de Guipúzcoa y la Hermandad de Álava, esta última y Guipúzcoa formaban parte integrante del reino, mientras que Vitoria era señorío particular de la Corona, las tres contaban con una rica población y evolucionaron hacia una forma peculiar de administración que serviría después de precedente, en su pactismo esencial, al que se aplicaría en Navarra en el momento de su incorporación a la Corona de Castilla. En todos estos territorios situados al norte de la Península la población que encontramos era eminentemente rural.
ISBN: 978-84-96479-40-1
Autora: Ana Sanz de Bremond Mayáns
Extensión: 31 Págs.
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