El sacrificio y la plegaria
RESUMEN
Se analizan los requisitos previos y diversas fases del sacrificio romano así como el reparto de la víctima primero entre los dioses y los hombres, luego, entre estos con arreglo a la jerarquía social. También se exponen las características generales de la plegaria y sus diferentes tipos.
La etimología de “sacrificio” (de sacer y facere) pone de manifiesto que fue ésta una de las características esenciales del ritual romano. Lo que le diferencia de una simple ofrenda es el principio de la vida: los dioses son esencialmente dioses activos cuya vitalidad necesita ser renovada; de no ser así, difícilmente la divinidad podía cumplir de forma eficiente sus funciones. El verbo latino macto, “inmolar”, “sacrificar”, está relacionado con magnus y, por tanto, con la idea de acrecentar y revitalizar al dios para que pueda cumplir lo que se le pide.
El sacrificio romano, intensamente combatido por el cristianismo, es hoy una idea que repugna; sin embargo, es necesario recordar que fue el hombre su primera víctima pagando probablemente -en sus orígenes- con su propia vida y, más tarde, deshaciéndose de una parte de su propiedad (por ejemplo, un animal). En Roma no faltan noticias de todo tipo que hacen mención de la sustitución de la víctima humana por una víctima animal. Así, las leyendas sobre los sacrificios de Metela y Valeria Luperca, reemplazadas por una ternera en honor de Vesta y Juno respectivamente; el sacrificio a Veiovis de una cabra ritu humano; los maniquíes (argea) arrojados al Tíber en sustitución de víctimas humanas, etc.
ISBN: 978-84-96447-52-3
Autor: Santiago Montero Herrero, de la Universidad Complutense de Madrid
Extensión: 25 págs.
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