El culto y las plegarias. El calendario religioso romano.
RESUMEN
La religión romana es una religión cultual, es decir, se basa en la repetición meticulosa de una serie de ritos legados por la tradición. Estas ceremonias sobre las que se vertebra la religión sirven para establecer una relación entre dioses y hombres, y su fin es mantener la pax deorum, es decir, las relaciones de buen entendimiento, de amicitia, entre los dioses y los hombres. Por lo general, el culto es preventivo, es decir, no era necesaria la ruptura de esa pax para que se celebrasen las ceremonias ordinarias. Con sus rituales los romanos buscan la seguridad de no tenerse que enfrentar con la voluntad adversa de los dioses, y sus relaciones con ellos se establecen por medio del sacrificio y la plegaria, indisolublemente unidos: se entrega algo a los dioses y a la par se solicita algo, según la fórmula contractual do ut des. Las formas de relaciones con los dioses están perfectamente establecidas para evitar la ineficacia del culto. Se denomina sacrificium al acto por el que se hace sagrado un objeto, entregándoselo a la divinidad. Podían ser públicos y privados, ordinarios o extraordinarios y estos últimos expiatorios o de acción de gracias. El sacrificio latino no siempre implica la muerte de una víctima, ya que puede ser cruento e incruento –mucho más frecuente-.
Las plegarias presentan unas formulaciones legalistas, por las que se establecen con escrupulosa precisión las relaciones recíprocas dioses/ hombres, y que recogen todas las posibilidades que podrían hacer nulo el contrato o restarle validez en un intento de instituir un acuerdo irreprochable. Este estricto contractualismo afecta tanto al culto privado como al culto público.
Autora: Carmen Barrio de la Fuente
ISBN: 978-84-9714-101-7
Extensión: 22 págs.
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