Vida e instituciones judías: una visión sincrónica
RESUMEN
Características fundamentales y básicas de la organización de la vida judía pública y privada, la familia y la práctica religiosa, adaptadas de forma continua dentro de una tradición milenaria.
El pueblo judío se identifica y se siente a sí mismo en continuidad histórica y espiritual con el Pueblo de Israel. Una tan larga historia, casi cuatro milenios no carentes de caracteres míticos y legendarios, en la que en torno a dos mil años se han vivido en dispersión, ha dado lugar, sin duda, a realidades sociales diferentes. Sin embargo, desde una posición metodológica concreta, puede plasmarse la realidad de algunas instituciones sociales y costumbres que con una u otra forma están presentes a lo largo de esta historia; quizá no en todos los lugares, quizá no en todos los momentos; lógicamente con revisiones y adaptaciones tanto al tiempo como al espacio geográfico, pero sin perder nunca elementos identitarios, que en algunos casos exigirán o producirán la proyección al pasado de realidades cronológicamente posteriores. Veremos en primer lugar una serie de instituciones que aunque desaparecidas mantienen un importantísimo valor simbólico. Después, las que siguen vivas de una u otra forma en el judaísmo actual.
Tribu
Entre las instituciones hay alguna con gran carga legendaria, mientras que para otras tendremos suficiente información histórica. Las primeras cumplieron y siguen cumpliendo su papel simbólico, pero posiblemente carecieron de fuerza y presencia real en la vida del pueblo. Entre estas la más significativa es ‘la tribu’. En realidad es más exacto hablar de ‘las tribus’ pues el punto de referencia lo tiene siempre la pluralidad. En Israel cada tribu en particular no tiene más valor que el de formar parte del conjunto: las Doce Tribus. No se conocen apenas datos de la organización tribal. Cada tribu, al parecer, tendría unos ancianos o príncipes a su cabeza. De líderes unipersonales para cada tribu o para el conjunto, tan sólo se nos habla en los momentos de peligro o guerra (Jueces). Según el relato bíblico, tras la conquista del país se produce el reparto del territorio entre los grupos tribales. Esta distribución territorial —quizá el único dato real— pudo ser, según algunos investigadores, el origen de varios de los nombres asignados a las tribus, que harían referencia más a realidades geográficas del lugar de asentamiento que a los doce hijos de Jacob como epónimos.
ISBN: 978-84-9822-132-9
Autor: Luis F. Girón Blanc, de la Universidad Complutense de Madrid
Extensión: 28 Págs.
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