Distintivos teológicos y eclesiales de la Reforma Protestante
RESUMEN
El movimiento protestante surge, como ya queda reflejado en un artículo anterior de esta misma serie , en una época de la historia en la que muchos de los valores cristianos habían quedado prácticamente en el olvido tanto por las desviaciones teológicas sobrevenidas como por la corrupción que acompañaba al poder absoluto de Roma en su condición de cabeza de la cristiandad occidental.
Ni Lutero, ni el resto de los reformadores tenían en su mente el propósito de provocar una nueva ruptura en la Iglesia; no obstante, la denuncia de la corrupción existente y la declaración de la autoridad suprema de la Biblia en materia de fe y costumbres, por parte de los reformadores, por encima de la jerarquía eclesiástica e incluso de los concilios, produjo tal convulsión religiosa, política y social que condujo finalmente a reconfigurar una parte de la Iglesia occidental, que se denominaría Protestante, hasta alcanzar su propia distintividad tanto desde el punto de vista teológico como eclesial.
El término “protestante” se deriva del documento elaborado por seis príncipes luteranos alemanes presentado el 19 de abril de 1529 en la segunda Dieta de Espira (Alemania) convocada por el emperador Carlos V, y es fruto de la confrontación producida a causa del conflicto religioso. En principio el término fue utilizado por los católicos con un sentido peyorativo si bien con el tiempo fue adoptado por los propios reformadores como expresión y signo de su protesta ante los desvíos de Roma. El término no está exento de polémica incluso entre los propios reformados, ya que muchos prefieren ser conocidos como “evangélicos”, en especial por el sector surgido de la Reforma Radical y los nuevos movimientos pentecostales y neo-pentecostales aparecidos en el siglo XX.
ISBN: 978-84-9822-196-1
Autor: Máximo García Ruiz
Extensión: 22 Págs.
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