El drama medieval: Jean Bodel, Rutebeuf y Adam de La Halle
RESUMEN
Mientras que la nobleza tenía sus propios ritos y sus propios modelos de expresión literaria, el drama medieval es un fenómeno que se desarrolla con la ciudad y su apogeo. Representaciones celebradas en el ámbito urbano que dan cabida a esquemas y escenarios procedentes de otros géneros -cantares de gesta, exempla, pastorelas, fabliaux- o de manifestaciones culturales denominadas “populares”, el teatro es un fenómeno que podríamos poner en relación con el de los medios de comunicación de masas actuales. En un contexto en el que no hay una ruptura definida entre actores y público, el juego dramático es testimonio de las obsesiones del grupo en el que nace y para el que nace; pero también un medio de educación y propaganda eficaz en el que convergen el didactismo más explícito, la sátira, o situaciones que evocan un acto de recreación. El acercamiento a este fenómeno cultural se producirá a través de tres obras que podrían considerarse como las piezas dramáticas más importantes del sig lo XIII: Le Jeu de Saint Nicolas de Jean Bodel; Le Miracle de Théophile de Rutebeuf y Le Jeu de la Feuillée de Adam de la Halle, cuyos autores son, por otra parte intelectuales plenamente inmersos en su época que cultivaron otras formas literarias, e incluso otras artes.
Si el espectador medieval tiene conciencia de estar asistiendo a una representación teatral, ésta no se adecua exactamente a la concepción del teatro convencional contemporáneo: en el drama de la Edad Media no existe una división radical entre escenario y público. En primer lugar por el elevado grado de integración que se produce entre éste y la acción escénica; por otra parte, la configuración de un escenario que carece de bastidores, y deja al descubierto las entradas y salidas de los actores, favorece el grado de interactuación de éstos con los “espectadores”. Otro elemento que vendría a confirmar esta especificidad en la concepción de los límites y de las compartimentaciones es el hecho de que para representar la realidad del hombre en su totalidad, tal es la vocación del drama medieval, éste recurre a un simbolismo global que integra en lo sagrado elementos paródicos y profanos de tal manera que las pretensiones de establecer una división clara entre drama serio y drama cómico resultan poco operativas.
ISBN: 978-84-96447-44-8
Autora: María Pilar Suárez Pascual
Extensión: 26 Págs.
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