Las iglesias orientales en la tardoantigüedad y la Edad Media
RESUMEN
El Próximo Oriente es la patria del cristianismo, pero también el lugar donde nació el monacato. Sin embargo, las Iglesias de Oriente, en su mayor parte, están separadas de la Iglesia Católica Romana. Este artículo estudia el Cisma Nestoriano, el Cisma Miafisita y el Cisma de Oriente, así como la supervivencia de dichas iglesias bajo dominio islámico, y la expansión de la Iglesia Ortodoxa en el mundo eslavo.
En los Evangelios, no hay ni una sola palabra de Jesús en favor del ascetismo o monacato, aunque sí en pro del abandono de la familia. Por otra parte, todo parece indicar que Jesús no tuvo mujer (los indicios en este sentido de la literatura gnóstica son tardíos e incoherentes). Pablo, sin embargo, predica ya abiertamente el celibato (1Co 7,32-38; 9,27), aunque también advierte que más vale casarse que abrasarse (un camino ascético para los perfectos, y otro para los fieles comunes). Por otra parte, parece que la forma de vida comunitaria fue la primera organización de la comunidad cristiana más antigua, la jerosolimitana (Hch 2,44-47). Es posible que ambos rasgos propios del monacato provengan del esenismo ascético, una corriente extraña al judaísmo (que consideraba como primer mandamiento “creced y multiplicáos”). La Regla de la Comunidad de Qumrán consideraba a estas comunidades ascéticas segregadas por género que vivían en el desierto de Judá como los “Hijos de la Alianza” y en los orígenes del cristianismo sirio se constata la existencia de comunidades de varones y comunidades de mujeres que se autodenominaban “Hijos de la Alianza” e “Hijas de la Alianza”. En el siglo II hay ya una corriente denominada encratismo de raíz gnóstica que se muestra totalmente contraria a la procreación: consideraba que el espíritu divino insuflado en la carne de los humanos perfectos estaba condenado a permanecer en el mundo inferior mientras que estos practicasen el acto sexual, por lo que sólo el ascetismo podría suponer el retorno al cielo de la sustancia divina. Esta corriente tuvo una gran influencia en Siria y Egipto.
ISBN: 978-84-9714-055-3
Autor: Pedro Giménez de Aragón Sierra
Extensión: 25 Págs.
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