Literatura de tradición oral (I): canciones
“La literatura popular vasca, esencialmente oral, es probablemente tan rica y tan variada como la de cualquier otro pueblo”
Luis Michelena, Historia de la Literatura Vasca, 1960, 11
RESUMEN
En este artículo tras unas consideraciones de orden general se mencionarán las diversas colecciones de cancioneros vascos editados, y de las diversas clasificaciones según los autores de dichas antologías. Atendiendo a los módulos generales más habituales se hablará de a) Canciones de ronda y cuestación, b) Canciones de cuna, c) Canciones infantiles, d) Canciones de danza, e) Canciones de oficios, f) Canciones báquicas, g) Canciones satírico-humorísticas, h) Canciones religiosas, i) Baladas y romances, j) Canciones de amor, y k) Otras canciones.
La expresión de literatura de tradición oral a pesar de ser un tanto ambigua, puede sustituir con mayor precisión al binomio de literatura oral, que como señala Walter J. Ong resulta un tanto anacrónico y contradictorio en sí mismo. El sintagma de literatura popular que distingue Julio Caro Baroja del de literatura popularizada en su obra sobre la literatura de cordel, o el de literatura folklórica no es menos ambiguo y sus fronteras resultan a veces bastante difusas. Y si nos referimos a uno de los elementos esenciales de la literatura de tradición oral, la canción, el concepto de canción popular llega a ser también equívoco en cuanto se intenta ahondar en sus orígenes, como señalan Martine David y Anne-Marie Delrieu. Asímismo el binomio opositor de canción popular vs poesía aristocrática que considera al primer término como un producto puro, Naturpoesie, y al segundo como un producto lleno de artificio, Kunstpoesie, no se sostiene después de un análisis como lo hace Henri Davenson ya que los procesos de ósmosis en ambas direcciones son constantes y a veces difíciles de precisar. Esta distinción, como es sabido, es tardía y aparece en la segunda mitad del siglo XVIII en la época del prerromanticismo en los textos de autores como Thomas Percy en Inglaterra o Johann Herder en Alemania. Este último consideraba a su vez que todos los pueblos aún incultos son cantores. Como subraya certeramente George D. Thompson la música, la danza y la poesía tienen un origen común que se remonta al movimiento rítmico de los cuerpos enfrascados en el trabajo colectivo; movimiento que tenía dos componentes: uno corporal, y otro oral. El primero sería el origen de la danza y el segundo del lenguaje, y el paso hacia la poesía propiamente dicha consistió en la eliminación de la danza, lo que dio como resultado la canción, siendo por tanto la poesía el contenido de la música, y la música la forma de la poesía.
ISBN: 978-84-9822-043-8
Autor: Patricio Urquizu Sarasua, de la UNED
Extensión: 28 Págs.
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