Las relaciones internacionales en el Siglo XVIII
RESUMEN
El siglo XVIII es, sin duda, la centuria del cambio en la Edad Moderna, la época en la que las viejas estructuras del Antiguo Régimen comienzan a resquebrajarse, aunque parezca en ocasiones que los poderes de los monarcas ilustrados no van a desaparecer jamás. La Ilustración provoca cambios en la economía, la política, la sociedad y la cultura, y por supuesto en las relaciones internacionales, marcadas por una idea ilustrada: el equilibrio natural.
Bajo la sombra de la búsqueda y perpetuación de ese equilibrio, los Estados europeos se van a enfrentar en numerosas ocasiones a lo largo del siglo, mezclando en los conflictos las razones puramente dinásticas, con las económicas y geoestratégicas. Las guerras, aunque con un carácter más regional que en el siglo XVII, se van a mundializar, ya que el escenario colonial, desde América a Asia, va a participar en ellas y, a la postre, será el dominio sobre ese mundo extraeuropeo una de las claves que se dirima en los conflictos.
Si el siglo XVIII es la centuria inglesa por excelencia en el plano económico, sentando las bases del poder británico durante gran parte de la Edad Contemporánea, lo es más aún en el marco político y colonial, donde Inglaterra se va a alzar como potencia hegemónica. Por otro lado, otro Estado, Prusia, hace acto de aparición entre los grandes a mediados de siglo, para no abandonar nunca ese puesto, a pesar del renovado empuje ruso y de los deseos austriacos por controlar el espacio germánico. Por último, las viejas potencias ibéricas pasan a un segundo puesto en el panorama europeo, como también lo hace Holanda o Suecia, mientras Francia lucha durante todo el siglo por mantener su posición en Europa y América.
Todas estas características van a ser analizadas en este trabajo que se estructura en tres partes: en la primera se repasan los rasgos generales de las relaciones internacionales en el XVIII (teoría, ejército, diplomacia, etc.); en la segunda se analizan los conflictos más importantes del siglo y en la tercera, a modo de epílogo, se repasa la guerra de independencia de los Estados Unidos, como fin de una era e inicio de otra. De esta forma, finalizamos en 1783 y no en 1800, ya que las guerras que tuvieron lugar a partir de la Revolución Francesa tienen un cariz absolutamente contemporáneo, pues es la lucha contra la revolución liberal y contra el Imperio napoleónico que destruyen el Antiguo Régimen la que movilizará a Europa contra Francia a partir de 1790.
ISBN: 978-84-9822-170-1
Autora: Carmen Soriano Triguero
Extensión: 24 Págs.
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