La unidad léxica y la estructura del léxico de la lengua
RESUMEN
La Lengua es un sistema de signos y reglas, no una nomenclatura, con un léxico concreto. Caracteriza a una comunidad de individuos que manejan un vocabulario particular. La lingüística moderna guarda de Saussure que la lengua es un sistema de signos con un significante y un significado y que las lenguas son códigos. En esta concepción del signo lingüístico no se consideran las relaciones de combinatoria entre las lexías. Para ello, Mel’èuk introduce un nuevo elemento en esta concepción: el del valor sintáctico, que permite un análisis exhaustivo entre las relaciones interléxicas. Como elementos de descripción de una lengua los términos utilizados son los de “palabra-forma” y “lexía”, en lugar del término “palabra”, que es ambiguo. Las clases gramaticales de una lengua poseen una serie de relaciones, tanto gramaticales como semánticas, que han de ser modelizadas. Las relaciones se pueden establecer entre categorías similares (sinonimia, antonimia, polisemia, hiponimia, meronimia.) o c ategorías distintas, en este caso mediante la aplicación del concepto de función léxica.
La lexicología estudia el conjunto de palabras que forman el léxico de una lengua, y la cantidad de ellas que los individuos tienen en reserva. Cada locutor de una lengua posee millares de palabras, siendo algunas de ellas producidas a diario, mientras que otras sólo se producen en ocasiones determinadas.
La noción misma del término “palabra” es bastante compleja, y su estudio necesita procedimientos adecuados. Hay que distinguir entre lo que aparece físicamente, es decir las ocurrencias, y las unidades formales. Por ejemplo, en una frase como La femme adore la poésie/ La mujer adora la poesía, se podrían distinguir cinco palabras, o cuatro, si se toma la que aparece en más de una ocasión. En otra como La petite femme lit le petit dépliant/ La mujer pequeña lee el pequeño prospecto, la y le, y petite y petit, pueden considerarse como manifestaciones de un mismo lexema, LE y PETIT respectivamente. Lo mismo ocurre con la flexión de las formas verbales. Por lo tanto, es difícil la asociación del término “palabra” al de ocurrencia. Si al valor formal se añade el valor semántico (bois= forêt/ matière) la situación es más delicada.
ISBN: 978-84-9822-498-6
Autora: Araceli Gómez Fernández
Extensión: 29 págs.
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