Caracterización lingüística del latín medieval. Rasgos fonéticos. Acentuación y pronunciación. Ortografía.
RESUMEN
Hace ya algunos años el Prof. Bastardas (1960: 251) definía el latín medieval como “el latín escrito, y, en determinadas ocasiones, incluso hablado, a partir del momento en que la lengua usual y cotidiana, la lengua materna, en el sentido más estricto de la palabra, en la conciencia lingüística del sujeto hablante, no es ya latín, sino una lengua distinta […]. El latín medieval es, pues, una lengua aprendida, y precisamente la conciencia de que se escribe una lengua absolutamente aprendida y sin sujetos hablantes espontáneos es lo que caracteriza el latín medieval”.
Pero no es fácil determinar cuándo surge esta conciencia, aunque la mayoría de los autores suelen referirse a la primera alusión a una lengua románica, la del Concilium Turonense del año 813, en el que se habla de la rustica romana lingua. Evidentemente, si esta es la primera referencia documentada, tanto el nacimiento de esa lengua romance, como la conciencia de su existencia debió surgir con anterioridad. Con respecto a la cronología, propone Bastardas (1960: 252) que por lo que se refiere a la Galia los estudios de latín tardío deben abarcar hasta finales del s. VIII, mientras que para el estudio del latín medieval hispano puede servir como punto de partida la invasión árabe del 711.
Los filólogos han discutido ampliamente sobre la naturaleza del latín medieval y si se trata de una lengua muerta, de una lengua artificial o de una lengua de cultura, aunque también podríamos preguntarnos, siguiendo a A. Fontán y A. Moure (1987: 11), si no habría desempeñado simplemente durante siglos las funciones de lingua franca para clérigos e intelectuales en toda Europa. Y a pesar de que el rasgo característico del latín medieval sea su condición de ser una lengua aprendida, no debemos deducir necesariamente que sea una lengua “artificiosa, escolar y anquilosada, sin interés lingüístico” (Bastardas: 1960, 252; Mohrmann: 1951: 330-348), del mismo modo de que la necesidad de que un documento sea lo más inteligible posible, puede determinar el uso de construcciones que reflejen aspectos de la lengua hablada o de palabras pertenecientes exclusivamente al léxico romance.
ESQUEMA
I. Caracterización lingüística del latín medieval.
1. 1. Latín clásico y latín medieval.
1. 2. Períodos del latín medieval.
II. Rasgos fonéticos.
2. 1. Vocales y diptongos.
2. 2. Fenómenos fonéticos frecuentes: síncopa, hiato y prótesis.
2. 2. 1. Síncopa.
2. 2. 2. Vocales en hiato.
2. 2. 3. Vocales protéticas.
2. 3. Fenómenos relacionados con la yod y la wau.
2. 4. Consonantismo.
2. 4. 1. Sonorización de las sordas.
2. 4. 2. Palatalización.
2. 4. 3. Simplificación de geminadas.
2. 4. 4. Aspiración de la h.
2. 4. 5. Consonantes finales.
2. 4. 6. Grupos consonánticos.
III. Acentuación y pronunciación.
3. 1. Acento y cantidad.
3. 2. Pronunciación.
IV. Ortografía.
ISBN: 978-84-96447-37-0
Autora: Emma Falque Rey
Extensión: 22 págs.
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