Manifestaciones antiesclavistas.
Si bien la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos consideraba evidentes una serie de verdades (“que todos los hombres fueron creados iguales; que recibieron del creador ciertos derechos inalienables; que entre ellos se encuentran los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad”), este manifiesto político se veía ensombrecido por una contradicción trágica: el mismo texto que consideraba inalienables una serie de derechos y que situaba a Estados Unidos a la vanguardia de la lucha por la libertad, legitimaba la “peculiar institución” de la esclavitud. A pesar de esta discrepancia obvia, había amplios sectores de la opinión pública americana en los siglos XVIII y XIX que no veían ningún conflicto entre la posesión de esclavos y la Declaración de la Independencia, entre la esclavitud, el derecho natural y el cristianismo. Admitían que la esclavitud era una circunstancia lamentable, pero negaban que fuera un pecado contra Dios y un delito contra el hombre. Lo que resultaba innegable es que la esclavitud representaba un negocio floreciente.
ISBN: 84-96479-17-X.
Autores: Autores: Jesús Benito Sánchez, de la Universidad de Valladolid y Ana María Manzanas Calvo, de la Universidad de Salamanca.
Extensión: 28 págs.
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